El costo de celebrar "La Gritería" este año, según devotos
Familias del barrio Monseñor Lezcano en preparativos para la festividad mariana.
La Familia Ulloa Loáisiga, de origen leonés y habitantes del barrio Monseñor Lezcano, de Managua, desde 1960 han celebrado la tradicional gritería en honor a la Inmaculada Concepción de María, pero reconocen que este 2024 ha sido el de mayor inversión para ellos, lo que no ha menguado su fe y están dispuestos a continuar con la devoción.
“Siempre hacemos un almuerzo y yo soy del concepto que lo tradicional de la Virgen es la caña de azúcar, el limón y el resto de cosas típicas, pero acá yo pienso que hay mucha necesidad, siempre es bueno compartir que un arroz, un azúcar, aceite, pinolillo y todas las cosas, nosotros venimos gastando más de 30 mil córdobas este año”, manifestó.
Samayoa Ulloa, contó que la devoción de esta familia fue heredada por la matriarca, su bisabuela, quien le ofreció uno de sus partos a la Virgen María, y por la sanación de una sobrina, quien estuvo al borde de la muerte, al nacer con una afectación en el corazón.
“Mi sobrina todavía está viva y pues eso fue como un agradecimiento y allí se vino creciendo la fe y la devoción, hay que cumplirle al Señor primeramente y a nuestra madre”, refirió.
Una tradición de generación
Ahora son sus bisnietos los que se encargan de la compra del tradicional brindis y el rezo, que pese a las dificultades van a realizarlo como todos los años, sin variación, rezando la novena completa del 28 de noviembre al 6 de diciembre, la tradicional Gritería el 7 de diciembre y un almuerzo con los vecinos el 8 de diciembre, día que la iglesia católica conmemora la Solemnidad en honor a la Inmaculada Concepción de María.
A unas cuantas cuadras de la vivienda de la familia Ulloa Loaásiga, está Olga Bravo, otra devota a “La Conchita”, como se le llama cariñosamente, quien recibió como herencia este amor a la madre de Dios. La celebración fácilmente podría tener 100 años en esta familia.
Comentó que la devoción es herencia de su madre, quien cumplía años cada 5 de diciembre y falleció un 7 de diciembre, por lo que desde entonces asumió la celebración con una imagen que tiene 100 años de estar presente entre su familia.
“Esta virgen la tenía mi abuela, le quedó a mi mamá después, entonces ya me quedó a mí cuando ella falleció, me ha traído muchas bendiciones, un matrimonio de 55 años, tres hijas y este negocio (una ferretería), porque tiene como 30 años”, aseveró.
Bravo ha tenido que hacer ajuste a su celebración, en busca de cumplir con las promesas a la madre de Dios, por lo que redujo los días de celebración, que antes eran dos, el 5 y 7 de diciembre y además la cantidad de pólvora con la que alegra el festejo no es la misma.
“La inversión va creciendo porque la situación económica del país está bastante difícil y tenemos que buscar cómo ir recogiendo con anticipación, sobre todo yo soy una persona jubilada, ayer (20 de noviembre) me dieron mi jubilación, entonces toda mi jubilación ya la ocupo para ayudarle más”, destacó Bravo.
Además de la inversión en el tradicional brindis las familias deben destinar un porcentaje del dinero al arreglo del altar.
La Novena en honor Purísima inicia este 28 de noviembre en la iglesia católica, hasta llegar a una celebración central, como es la tradicional Gritería el 7 de diciembre.
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