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Transporte inclusivo en Nicaragua: un desafío que sigue pendiente, según organizaciones

Actualmente, existen alrededor de 190 mil personas con discapacidad en el país.


Actualmente, según cifras del programa Todos Con Vos y el Mapa Nacional del Ministerio de Salud (Minsa), en Nicaragua existen alrededor de 190 mil personas con discapacidad. Sin embargo, el sistema de transporte público continúa siendo un obstáculo para su inclusión y participación plena en la sociedad.

De acuerdo con David López, presidente de la Federación Nicaragüense de Asociaciones de Personas con Discapacidad (Feconori), aunque en años anteriores se entregaron autobuses con rampas para personas con movilidad reducida, muchos de estos dispositivos fueron removidos por los mismos conductores.

“En 2011, se impulsó la incorporación de unidades adaptadas en las principales rutas del país. Sin embargo, los conductores hicieron un mal uso de las rampas, dañándolas o simplemente dejándolas inutilizables, lo que terminó perjudicando a la población más vulnerable”, explicó López.

Para Orlando Sevilla, director ejecutivo de la Fundación Teletón, el acceso al transporte público es uno de los mayores retos para las familias que deben trasladar a sus hijos a los centros de rehabilitación.

Según Sevilla, muchas familias, especialmente las que viven en áreas rurales, enfrentan largos trayectos en caminos empedrados antes de llegar a una parada de autobús. “Hay padres que vienen cargando a sus hijos en brazos o en sillas de ruedas durante kilómetros. Cuando logran abordar un bus, enfrentan la falta de espacios adaptados y, en ocasiones, hasta malos tratos”, detalló.

Sevilla destacó los avances logrados en 25 años de trabajo, como la inclusión del 80% de los niños atendidos por Teletón en escuelas regulares. Sin embargo, reiteró que estos logros no son suficientes si no se garantiza la movilidad de las personas con discapacidad.

Nohelia Acosta, madre de un niño con parálisis cerebral, comparte los desafíos cotidianos que enfrenta para trasladarse desde su comunidad rural hasta el centro Teletón.

“Vivimos en una zona donde los taxis no llegan, y para tomar una ruta debo caminar cargando a mi hijo. Una vez en el bus, el problema es encontrar un asiento o sujetarme mientras lo sostengo. "Es un recorrido complicado y peligroso”, relató.

En Nicaragua, iniciativas para incluir a las personas con discapacidad en la vida social y educativa han mostrado progresos, pero el transporte sigue siendo una asignatura pendiente.