Católicos llamados a ser "peregrinos de la esperanza" tras inaugurar Jubileo 2025
Cardenal Leopoldo José Brenes inauguró el Año Jubilar en la Catedral de Managua.
La Iglesia católica nicaragüense aperturó el Jubileo Ordinario 2025, bajo el llamado a convertirse en "peregrinos de la esperanza", llevándola a todo ser humano que la necesite.
El Jubileo es una celebración católica que se realiza cada 25 años, se propone como la ocasión para restablecer la correcta relación con Dios, con las personas y con la creación.
El Cardenal Leopoldo José Brenes, Arzobispo de la Arquidiócesis de Managua, realizó este rito en la Catedral Metropolitana de Managua, que inició en el salón principal de este templo madre, donde bendijo una cruz de más de 100 años que acompañará durante este año todas las celebraciones religiosas que aquí se presidan, como lo ha orientado el Papa Francisco.
"Esta cruz es la más antigua de la Arquidiócesis de Managua, estaba en la parroquia del municipio de Tisma, tiene una historia importante, porque en un tiempo que no había presbítero en esa zona, las familias no podían despedir a sus difuntos con misa y solamente frente a esta cruz le despedían", mencionó.
Luego de este rito, la cruz fue llevada hasta el templo principal y se aperturaron las puertas de la Catedral, para permitir el ingreso de los fieles católicos que acompañaron la celebración religiosa.
Esperanza y paciencia están ligadas
Durante la Santa Misa, el jerarca católico afirmó que la esperanza que están llamados a transmitir, está ligada a la paciencia, puesto que todo lo bueno puede tardar en llegar.
"Debemos llevar esperanza a todos los ambientes que viven necesidades y recordar aquel adagio que tenemos como nicaragüenses, decirles que la esperanza es lo último que se pierde", dijo Brenes.
El religioso remarcó que el Año Jubilar, también será un momento de consuelo, reconciliación y del perdón.
"Nosotros bajo la mirada del espíritu santo no nos cansemos de perdonar, ir construyendo nuevas relaciones, podernos escuchar, la familia es el gran testimonio de diálogo", dijo.
Año Jubilar en todo el mundo
La apertura solemne del Año Jubilar se replicó este domingo 29 de diciembre a nivel mundial en todas las catedrales y concatedrales, siguiendo un ritual específico pensado para la ocasión, coincidiendo con la Fiesta de la Sagrada Familia.
“Que la luz de la esperanza cristiana pueda llegar a todas las personas, como mensaje del amor de Dios que se dirige a todos. Y que la Iglesia sea testigo fiel de este anuncio en todas partes del mundo”, cita el mensaje del Papa Francisco para el Jubileo Ordinario de 2025 en la Bula de Indicción de este Año Santo.
En busca de cumplir con ese objetivo, se organizarán peregrinaciones, eucaristías, jornadas de reconciliación en todo el mundo, para intensificar la evangelización fuera de la iglesia.
En la Arquidiócesis de Managua el Año Jubilar finalizará el próximo 6 de enero del 2026, durante todo ese tiempo fieles católicos podrán recibir el don de la Indulgencia jubilar, gracia de la Iglesia católica que libera a los fieles de las penas temporales que implican los pecados.
Para obtener esta gracias durante este año Santo hay ciertos criterios que deben cumplirse y que fueron señalados en un documento presentado el 13 de mayo. Leer documento.
Un llamado bíblico
Para el pueblo de Israel, el Jubilo conllevaba también el perdón de las deudas, la restitución de terrenos enajenados y el descanso de la tierra.
Citando al profeta Isaías, el evangelio según san Lucas describe de este mismo modo la misión de Jesús: "El Espíritu del Señor está sobre mí; porque él me ha ungido. Me ha enviado a evangelizar a los pobres, a proclamar a los cautivos la libertad, y a los ciegos, la vista; a poner en libertad a los oprimidos, a proclamar el año de gracia del Señor" (Lc 4,18‑19; cfr. Is 61,1‑2).
Estas palabras de Jesús se convirtieron también en acciones de liberación y de conversión en sus encuentros y relaciones cotidianas.
El papa Bonifacio VIII, en 1300, convocó el primer Jubileo, llamado también “Año Santo”, pero con el tiempo, la frecuencia ha ido cambiando, porque al principio era cada 100 años; en 1343 se redujo a 50 años por Clemente VI y en 1470 a 25 años por Pablo II.
También hay momentos jubileos extraordinarios, como el vivido en 1933, cuando el papa Pío XI quiso conmemorar el aniversario de la Redención y en 2015 el Papa Francisco convocó el año de la Misericordia.
También ha sido diferente el modo de celebrar este año: en el origen coincidía con la visita a las Basílicas romanas de san Pedro y san Pablo, por tanto, con la peregrinación, posteriormente se añadieron otros signos, como el de la Puerta Santa. Al participar del Año Santo se obtiene la indulgencia plenaria.