El cambio organizacional, la clave para el crecimiento empresarial
El cambio de la cultura organizacional juega un papel clave, ya que busca armonizar los ambientes de trabajo.
Para que las empresas alcancen el éxito y se mantengan en crecimiento, es fundamental que evolucionen constantemente. La transformación organizacional no solo impulsa su desarrollo y expansión, sino que también contribuye a generar bienestar en el entorno laboral.
En este proceso, el cambio de la cultura organizacional juega un papel clave, ya que busca armonizar los ambientes de trabajo mediante una adaptación estratégica. Sin embargo, antes de emprender esta transformación, es esencial comprender qué es realmente la cultura organizacional y cómo influye en la dinámica de la empresa.
“Es la forma en la que las organizaciones hacen sus procesos y negocios. La cultura es parcialmente visible, las normativas, los procesos, procedimientos, la visión y la misión son artefactos de la cultura” explica María José Canales, coach ejecutiva.
Las organizaciones no operan en un entorno aislado, lo hacen en un mundo que está en constante cambio, en cada sentido posible, como el tecnológico que crece a pasos agigantados cada momento.
Ahora se habla de la cuarta revolución industrial con el uso de la IA (Inteligencia Artificial), se comprende la digitalización y el uso de mecanismos de trabajo autónomos; todo esto impone una dinámica distinta a cada organización que debe de ser tomada en cuenta para evolucionar su cultura al mismo tiempo, de lo contrario pronto podría quedarse detrás.
Ambientes que favorezcan
“Por un lado, tenemos lo que declara la organización y, por otro lado, lo que hace, si no están en sintonía crean una brecha, si queremos hablar de transformación a nivel organizacional tenemos que revisar y solucionar las brechas” comenta Roberto Brenes, coach ejecutivo.
Cada persona tiene una conducta que suma a la del equipo que hace la cultura de la organización, por eso es tan necesario el cambio y la evolución; llevarlo a cabo con el fin de crear mejores ambientes que favorezcan al colaborador y a la institución.
El cambio puede empezar por algo tan concreto como revisitar la visión y la misión para actualizarlas al contexto actual.
Aunque se tenga una estrategia, si no se ha creado las condiciones internas, hablando de los mecanismos y las habilidades del ser humano, probablemente la ejecución sea débil, porque se debe de trabajar la parte dura y blanda de la cultura organizacional, añade el experto.
“El punto de inflexión más potente radica en el comportamiento humano, ahí es donde tenemos que crear líderes más conscientes, que tengan una responsabilidad incondicional, que puedan guiar a sus equipos con humildad, que sea capaz de crear equipos, de negociar y de ganar junto al otro; con el fin de crear entornos saludables que faciliten esas transformaciones conductuales por la cual la estrategia pueda fluir”, finaliza Canales.