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Amor en tiempos de redes sociales: ¿cómo afecta las relaciones amorosas?
Una alerta en las relaciones afectadas por el uso excesivo de tecnología es la necesidad de tener el dispositivo siempre en mano.
Una de cada cinco separaciones a nivel mundial se atribuye a infidelidades registradas en Facebook, según el Cyber Psychology and Behaviour Journal. Frente a esta alarmante estadística, el psicólogo Renato Montealegre explicó que el teléfono móvil, convertido en una extensión casi indispensable del individuo, ha transformado no solo la comunicación entre parejas, sino también la calidad de la convivencia diaria.
"El uso constante del celular genera una ansiedad que se traduce en la necesidad de revisarlo incluso en los momentos que deberían ser de conexión personal", afirmó Montealegre.
A pesar de los problemas evidenciados, el especialista subraya que la solución no reside en abandonar la tecnología, sino en aprender a utilizarla de manera consciente y responsable.
"La clave está en establecer normas claras en el entorno familiar y de pareja. El celular nunca va a reemplazar el contacto piel con piel, ni la cena romántica, ni la conexión directa que genera oxitocina y fortalece el vínculo afectivo", enfatizó.
Recomendaciones
El especialista aconseja que, ante la presencia de conductas como la necesidad compulsiva de tener el dispositivo en la mano, se actúe de forma preventiva.
En vísperas del 14 de febrero, Montealegre invita a las parejas a reflexionar sobre el verdadero significado del contacto humano.
"El teléfono es una herramienta útil para estar conectados cuando las circunstancias lo requieren, pero nunca debe sustituir la presencia y la intimidad que se construye al compartir espacios sin intermediarios tecnológicos", aseveró.
“Durante las comidas familiares, el uso constante del teléfono se ha convertido en un elemento disruptivo en la vida matrimonial. En lugar de disfrutar de una conversación enriquecedora y de la compañía mutua, muchos se encuentran absortos en sus dispositivos, revisando mensajes o navegando por redes sociales. Esta distracción rompe la comunicación natural y debilita la confianza entre la pareja, transformando momentos cotidianos y esenciales en espacios de desconexión emocional que afectan negativamente la calidad de la convivencia familiar”, apunta.
El psicólogo destaca que, aunque la tecnología ha transformado las formas de relacionarse, el reto consiste en recuperar y mantener el contacto directo y humano, indispensable para la salud emocional y la estabilidad de las relaciones.
La conciencia en el uso de estos dispositivos y el establecimiento de límites claros son, según Montealegre, pasos esenciales para contrarrestar los efectos negativos del abuso de la tecnología en el amor contemporáneo.