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¿Sabías que la leptospirosis también afecta a tus mascotas?
Los perros son las principales víctimas domésticas de esta infección.
“No dejes el plato de comida de tu perro afuera, una rata podría orinar en él y transmitirle leptospirosis”, es el consejo que brinda la veterinaria Cristell Ponce.
La leptospirosis es una enfermedad bacteriana grave que puede afectar a perros, gatos y humanos, propagándose a través del contacto con agua o superficies contaminadas por la orina de animales infectados, especialmente roedores.
Principales síntomas
Los perros son las principales víctimas domésticas de esta infección. Los síntomas incluyen fiebre, letargo, secreciones nasales, ictericia (piel y ojos amarillentos) y hemorragias subcutáneas.
Sin tratamiento oportuno, la leptospirosis puede causar fallas hepáticas y renales, llevando a la muerte en un lapso de 7 a 14 días.
El riesgo de contagio aumenta cuando las mascotas beben agua estancada, juegan con roedores o exploran áreas donde otros animales han dejado rastros de orina. Incluso olfatear o lamer el suelo en paseos diarios puede ser suficiente para contraer la bacteria.
El diagnóstico se realiza con exámenes de orina y sangre, pero es clave la evaluación clínica de un veterinario para detectar la enfermedad a tiempo. Si un perro es diagnosticado con leptospirosis, debe ser aislado, ya que la infección es zoonótica, es decir, puede transmitirse a los humanos a través del contacto con la orina del animal.
Para prevenir esta amenaza, Ponce recomiendan el control de plagas, mantener los recipientes de comida y agua de las mascotas en lugares seguros, evitar que beban de charcos o ríos y reducir el contacto con fauna silvestre.
Además, existen vacunas que pueden proteger a los perros contra esta enfermedad. Aunque la leptospirosis ha sido documentada desde la antigüedad en distintas civilizaciones, sigue siendo un peligro latente.