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Derecho de Admisión: ¿Hasta dónde pueden llegar los establecimientos?

Es fundamental que los clientes conozcan sus derechos y que los establecimientos respeten normativas, dice experta.


¿Alguna vez le han impedido la entrada a un establecimiento y no sabe cuáles son sus derechos en esa situación? Este es un tema importante que afecta a muchos consumidores y tiene que ver con el derecho de admisión que plantean algunos negocios.

De acuerdo a la experta en temas de derecho, Yesenia Castillo, el derecho de admisión es la facultad que tienen los propietarios de un establecimiento para decidir quién puede ingresar y quién no, ya sea en espacios públicos o privados, como playas, bares, restaurantes o centros comerciales. Este derecho permite que el titular del establecimiento imponga normas internas, pero hay límites muy claros.

Aclaró que, aunque el propietario tiene la facultad de negar el ingreso, esta decisión no puede ser arbitraria. Está sujeta a regulaciones y no debe vulnerar los derechos humanos de las personas.

"Por ejemplo, no puede prohibirse el acceso por razones de raza, sexo, edad, ideología política, o condiciones socioeconómicas. Las normas internas deben ser claras y deben ser informadas a los clientes de manera visible, ya sea en forma de carteles o comunicados", añade.

Además, subraya que si un cliente incumple una norma, como fumar en un lugar donde está prohibido, el propietario puede pedirle que se retire sin vulnerar su dignidad.

No obstante, cuando se trata de normas discriminatorias, como aquellas que prohíben la entrada a personas con cierta vestimenta, especialmente si estas normas no se aplican de manera equitativa, los establecimientos podrían estar incurriendo en prácticas discriminatorias.

Razones por las que podrían reservarse

Por ejemplo, algunos lugares prohíben la entrada de hombres vestidos de manera informal, pero no aplican la misma restricción a las mujeres.

Esto puede ser considerado una violación de los derechos de igualdad y no discriminación. Si un cliente se siente víctima de este tipo de discriminación, puede presentar una queja ante el establecimiento, y si no obtiene respuesta, puede recurrir a instituciones como la Diprodec o al Instituto de Turismo (Intur).

En casos graves, también es posible presentar una denuncia ante la Policía Nacional y el Ministerio Público.

El propietario de un establecimiento debe tener en cuenta que, si sus decisiones afectan de manera indebida a los derechos de las personas, podría enfrentar sanciones legales, que van desde multas hasta la suspensión de su licencia o incluso penas privativas de libertad si se demuestra que hubo discriminación.

Es fundamental que los clientes conozcan sus derechos y que los establecimientos respeten las normativas de igualdad y no discriminación, para evitar situaciones de vulneración de derechos que puedan acarrear consecuencias legales tanto para el establecimiento como para sus propietarios.