Depresión y ansiedad, el otro rostro de la migración
De acuerdo a Gilberto Guzmán de la Coalición Mexicana, en Estados Unidos 8.6 millones de latinos migrantes sufren uno o ambos de estos trastornos mentales.
Cuando una persona decide dejar su país de origen para migrar a otra nación en busca de mejores oportunidades económicas deja familias, amigos y apegos emocionales con sus seres más queridos. Está separación en muchos de los migrantes genera a mediano y largo plazo padecimientos mentales como depresión y ansiedad, que deben ser atendidos por expertos para evitar que desencadenen otros padecimientos de salud o les lleven a desenlaces fatales como el suicidio.
De acuerdo a Gilberto Guzmán de la Coalición Mexicana, en Estados Unidos 8.6 millones de latinos migrantes sufren uno o ambos de estos trastornos mentales.
Guzmán asegura que tanto el gobierno como la misma sociedad en general tienen la responsabilidad de brindar atención integral a estos casos. En Nicaragua, la Universidad Centroamericana (UCA) ha impulsado un programa de atención a personas migrantes que sufren de depresión o ansiedad.
La iniciativa de atención especializada es ejecutada a través del Centro de Desarrollo Psicosocial Martín Baró donde se brinda consultas psicológicas a este tipo de pacientes según explicó Wendi Bellanger, vicerrectora académica de la UCA.