Piden a la OEA declare emergencia por violación de derechos humanos en Nicaragua
En 85 días de insurrección cívica, más de 300 civiles han sido asesinados, más de mil personas han resultado heridas y cientos se han convertido en presos políticos en el marco de la represión del gobierno de Daniel Ortega.
A propósito de la sesión que se celebró este miércoles en la Organización de Estados Americanos (OEA) donde se abordó la actual crisis que vive el país, organizaciones que aglomeran a todos los sectores de la sociedad enviaron una carta ante este organismo internacional.
En la misiva estas organizaciones solicitan a la OEA declare en Nicaragua una emergencia de violación de derechos humanos tras más de 300 asesinatos de civiles, miles de heridos y cientos de presos políticos que ha generado la represión del gobierno de Daniel Ortega.
"Llamamos a la comunidad internacional a poner su mirada en Nicaragua, el mundo entero debe interceder por este pequeño país centroamericano que está siendo masacrado por el gobierno de Daniel Ortega, quien para sorpresa de muchos ha superado en su actuación desmedida al dictador Anastasio Somoza", reza parte de la carta.
Paralelo a esta carta, también se emitió un pronunciamiento donde exigen al Gobierno la inmediata desarticulación y desarme de las fuerzas paramilitares que han reprimido a la población. También llamaron a la ciudadanía a continuar en la lucha cívica que busca la democratización del país y la justicia para las víctimas de la masacre.
"Reiteramos nuestra invitación a la Marcha Juntos Somos un Volcán de este jueves 12 de julio. El Paro Nacional este viernes 13 de julio y la Caravana Nacional "No más represión" el sábado 14 de julio, señala el pronunciamiento.
La marcha de este jueves está programada a las 10 de la mañana, partiendo de la Rotonda Cristo Rey hacia la rotonda Jean Paul Genie en Managua.
En la sesión realizada este miércoles en la OEA, la CIDH presentó la actualización de su informe sobre violación de derechos humanos en Nicaragua lo que generó una condena al gobierno de Ortega por parte de varios países, a excepción de Venezuela, su aliado político.