Iglesia Divina Misericordia quedó destrozada tras brutal ataque

Impactos de escopeta calibre 12 y AK 47 se pueden ver en las paredes interiores y exteriores de la Iglesia Jesús de la Divina Misericordia, como evidencia del brutal ataque perpetrado el viernes y la madrugada del sábado pasado por fuerzas parapoliciales y grupos de choque del gobierno de Daniel Ortega.

Después de más de 16 horas de continuos ataques hubo un aparente cese al fuego, según relata el párroco de esa iglesia Raúl Zamora. El sacerdote señala que a eso de las 6 de la mañana del día sábado hubo un aparente cese al fuego y en ese momento varios de los jóvenes que se encontraban refugiados en la iglesia se levantaron del piso donde permanecían resguardados cuando fueron nuevamente atacados, resultado fallecidos dos jóvenes Gerall Vázquez y Francisco Flores, ambos por impactos de bala en la cabeza.

Pero las balas no sólo lograron alcanzar a los civiles, también a la imagen de Jesús de la Divina Misericordia, el sagrario y varios objetos sagrados de la Iglesia.

Nubia Delgado no sale de su asombro al ver los impactos de bala en su iglesia. Ella, al igual que otros feligreses, acudieron este domingo no a participar de la misa, sino a limpiar el templo que quedó como una zona de guerra.

"Esto que está haciendo este hombre (Daniel Ortega) es un genocidio, estaba como que estaba en una guerra, los chavalos no tenían más que morteros y ellos (paramilitares) armas pesadas", sostuvo.

"Nunca pensé ver esto", agregó.

En los alrededores de la Iglesia los feligreses lograron recoger cientos de casquillos de escopeta calibre 12 y AK47 que los paramilitares dispararon indiscriminadamente contra los civiles que se encontraban refugiados ahí.

Estas evidencias del ataque serán entregadas a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que se encuentra en Nicaragua documentando las denuncias de graves violaciones de Derechos Humanos por parte del gobierno.