Foto Archivo.

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ONU: nueva ordenanza de la Policía Nacional atenta contra el derecho a la reunión pacífica

El viernes, la Policía Nacional anunció a través de un comunicado de prensa que aquellos ciudadanos y organizaciones que convoquen a "concentraciones y movilizaciones públicas ilegales" serán llevados ante la justicia.


Para la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH), las reciente declaraciones de la Policía Nacional de Nicaragua sobre tomar medidas judiciales a quienes realicen convocatorias a manifestaciones, atentan contra los "estándares del derecho a la libertad de reunión pacífica".

El viernes, la Policía Nacional anunció a través de un comunicado de prensa que aquellos ciudadanos y organizaciones que convoquen a "concentraciones y movilizaciones públicas ilegales" serán llevados ante la justicia y serán acusados formalmente por los "daños materiales, afectaciones humanas y otras acciones delictivas" que se originen de dichas protestas.

Según la Policía Nacional, estas movilizaciones "no tienen nada de pacíficas" y atentan contra la "paz, trabajo, vida y derechos humanos de las personas"; por tanto, quienes las convoquen serán injuiciados por promover "acciones delictivas, destructivas y criminales".

A través de su cuenta en Twitter, la Oficina del Alto Comisionado señaló que las declaraciones de la Policía Nacional de buscar responsables "por el comportamiento ilícito de otros" no corresponde con las normas básicas de la responsabilidad penal.

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En algunas ocasiones, las marchas que organizan los ciudadanos autoconvocados terminan en alteraciones del orden público y son constantemente asediadas por oficiales de la policia, quienes impiden el desarrollo de las mismas y obligan a que los protestantes cambien de última hora el rumbo de las manifestaciones.

Cuando se producen dichos altercados, la policía anuncia que estos fueron provocados por los mismo autoconvocados, sin embargo, los participantes aseguran que es la misma policía junto con encapuchados quienes inician las agresiones.