Nicaragua en alerta ante inminente llegada de fenómeno El Niño
Uno de los pronósticos que apunta la llegada del fenómeno El Niño es un aumento considerable de la temperatura al menos en el primer trimestre del 2019.
La llegada del fenómeno de El Niño a la región centroamericana es casi inminente, advirtió la Organización Meteorológica Mundial (OMM) que estima entre 75 y un 80 por ciento de probabilidades de ocurrencia del fenómeno sobre el istmo.
Aunque se contemplan varios escenarios en relación a sus efectos, uno de los pronósticos apunta a un aumento considerable de la temperatura al menos en el primer trimestre del 2019.
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"Es de vital importancia considerar los efectos que este fenómeno puede ocasionar en el territorio nacional y en la región y de manera particular en comunidades vulnerables y actividades económicas del sector agropecuario", señaló la Mesa Nacional de Gestión de Riesgo (MNGR).
Ante este posible escenario, los especialistas de la MNGR han elaborado una serie de recomendaciones al gobierno para estar preparados ante los efectos de este fenómeno climático, tomando en cuenta el déficit de humedad que se registró en el ciclo agrícola 2018, lo que provocó la pérdida de semillas, afectaciones en la economía de la familia, erosión del suelo, perdida de la mano de obra con experiencia agropecuaria, afectaciones a los acueductos rurales entre otros daños.
Armando Ugarte, docente de la UNI y miembro de la MNGR, señaló que dentro de estas recomendaciones debe contemplarse "el análisis de los pronósticos de los sistemas de vigilancia para el comportamiento del clima y la adopción de medidas para cada escenario, la actualización de la información de las áreas geográficas expuestas ante la evolución del fenómeno climático, el censo actualizado de las familias que viven y trabajan en las áreas geográficas expuestas y la estimación del daño probable y el efecto adverso por cultivo sobre las bases de las metas anuales establecidas para cada rubro, particularmente de la pequeña y mediana producción".
Ugarte señaló también que se debe tomar en cuenta la estimación de los acueductos rurales más expuestos y daños probables, la identificación de las medidas tempranas ante la inminente instalación del fenómeno y la elaboración de un plan de contingencia.