Adela Bustos decidió emprender en una idea de negocio tras quedarse desempleada en el 2018.

Adela Bustos decidió emprender en una idea de negocio tras quedarse desempleada en el 2018.

Adela Bustos: las circunstancias de la vida te llevan a hacer algo que nunca imaginaste

Su primera impresión al saber que perdió su empleo fue pensar de qué manera generaría dinero con su liquidación, y fue así como decidió poner su primer emprendimiento junto a su esposo.


Adela Bustos es periodista de profesión, editora audiovisual en la práctica y mamá por vocación, se convirtió en emprendedora tras quedar desempleada producto de la crisis sociopolítica y económica del 2018.

Su primera impresión al saber que perdió su empleo fue pensar de qué manera generaría dinero con su liquidación, y fue así como decidió poner su primer emprendimiento junto a su esposo, el cual es venta de calzado bajo el nombre de Frandel.

“Un día fuimos a visitar a un amigo y nos mostró unos zapatos buenísimos, bonitos, se miraban fuertes y él nos recomendó a una pareja que trabajaban con el calzado. Me gustaron los zapatos, los estilos y comenzamos los dos, entonces ellos me dan los zapatos y yo soy la distribuidora del calzado, ofreciéndolos a un precio accesible”, aseguró Adela.

Sus clientes han sido la mejor publicidad, pues tras conocer el producto que ofrece Frandel han dado a conocer la calidad de los mismos.

“Aprendí a hacer pulseras en YouTube”

Pero Adela no se ha quedado en su zona de confort, no le basta con un emprendimiento, su secreto ha sido no conformarse, por lo que mientras emprendía en Frandel, comenzó a diseñar pulseras a mano viendo videos en YouTube, y así dio origen a una nueva idea de negocios, la cual hoy lleva el nombre de Macramé By Adel.

Empezó haciendo pulseras para su sobrina, amigos y familia, mismos que dieron publicidad al negocio usando el producto y así generar nueva clientela.

“Dios ha sido maravilloso, gracias a Dios las pulseras han gustado mucho, mis amigos y familia me recomiendan; distribuyo en Juigalpa (…) Tuve un primer encargo de cuatro docenas, la amiga de mi esposo me encargó ocho docenas”, recuerda la emprendedora.

Uno de sus principales motores es su hijo, quien la inspira y la motiva a seguir creciendo, a pesar de los retos que conlleva ser una emprendedora.

Adela sabe que dormirse a altas horas de la noche realizando pedidos y organizar su tiempo para no descuidar a su hijo y el negocio, es solo parte de los escalones que debe cruzar en su camino para lograr sus metas.

“Las circunstancias de la vida te llevan a hacer algo que nunca imaginaste. Yo no me imaginaba un año después hacer lo que estoy haciendo. Adrián (su hijo) ha sido y es mi motorcito, siempre anda conmigo y desde chiquito le estoy enseñando a que uno tiene que esforzarse para obtener las cosas”.

El apoyo de su esposo, familiares y amigos ha sido fundamental para que tanto Frandel como Macramé lograran pasar de ser solo una idea a una realidad. Esta emprendedora también aseguró que aún hay retos por vencer, pero dice que ambos emprendimientos han cambiado su vida para bien.