Fotografía tomada por Marian Urbina | Efraín Molina, “La Calavera”.

Fotografía tomada por Marian Urbina | Efraín Molina, “La Calavera”.

Efraín Molina: el alma detrás del emprendimiento “La Calavera”

Efraín Molina tiene 18 años de edad y actualmente cursa la carrera de Diseño y Comunicación Visual en la Universidad Americana (UAM).


La mañana estaba tranquila, teníamos que encontrarnos con Efraín a las 8:00 a.m.; sin embargo, llegó unos minutos después de la hora establecida, trotando y un poco cansado por tener que subir hasta un tercer piso, cuando estábamos completos, pudimos iniciar nuestra charla.

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Efraín, a como la mayoría de los jóvenes en su último año de secundaria todavía no tenía idea de lo que quería estudiar, decidió tomarse un tiempo para analizar con qué carrera se identificaba más, pasaron los días y la decisión llegó, Diseño y Comunicación Visual sería la carrera que lo llevaría a crear y materializar su sueño.

Fotografía tomada por María Sofía Sobalvarro |  Efraín Molina, “La Calavera”

“La Calavera” un emprendimiento fundado el 10 de febrero del 2019, decidió adoptar este nombre artístico porque desde pequeño dibujaba calaveritas en sus cuadernos y libros.

“Yo era uno de los que tenían el cuaderno todo rayado cuando iba al colegio”, dice.

Efraín empezó a dibujar desde los 4 años de edad, tomando como ejemplo a su abuelo; a quien no llegó a conocer, pero que por las historias y anécdotas que sus padres le contaban se enteró que fue un dibujante innato. “Y bajo eso, dije: yo también quiero ser así” nos comenta.

Conversamos con su mamá, Ivania Chamorro, y con su papá, Marcos Molina; ambos nos comentaron que cuando Efraín era pequeño ellos le compraban legos, con los cuales él hacía volar su imaginación y según su mamá “tenía habilidades excepcionales con ellos y los demás juegos de construir”.

A pesar de esto, Efraín nos cuenta muy convencido que considera que él no hace arte, que simplemente en sus dibujos plasma las cosas que se le vienen a la mente, pero él cree que todavía no ha llegado al nivel de hacer arte.

Para Efraín, dentro de su proceso creativo, la inspiración puede llegar de cualquier lado, en lugares públicos o en clase, una página en blanco es la materia prima para crear sus personajes.

Con su emprendimiento“La Calavera” nos cuenta que este año 2019 se ha desarrollado mucho más en el dibujo y la ilustración; sobre todo en el proceso de qué dibujar, siempre se ha destacado en crear personajes o animales, sin embargo, ha llegado a mezclar ambas cosas.

“La Calavera” tiene su cuenta en Instagram, al inicio era para subir sus proyectos personales y de sus trabajos en clases, no obstante, utilizó esta plataforma para monetizar algunos de sus trabajos. “Yo ya había pensado en vender stickers y eso fue lo primero que hice, los empecé a imprimir en mi casa y los cortaba totalmente a mano porque fue algo que realmente sentí que tenía que hacer”, afirma.

El Jaguar’s Market (feria para emprendedores de la UAM donde se les da a los estudiantes un espacio para vender sus artículos y ofrecer sus servicios) fue una gran oportunidad para darse a conocer.

En poco tiempo este emprendimiento se ha diversificado, también diseña sus propias camisetas con sus ilustraciones plasmadas en ellas, después de varias pruebas y errores ha ido mejorando; encontró a una persona que le ha ayudado a producirla (manga corta primero y luego manga larga por idea de su mamá), de las que se siente muy orgulloso. Actualmente, tienen bastante demanda entre sus amigos y personas que admiran su trabajo.

Fotografía tomada por Marian Urbina | dibujo de Efraín Molina, “La Calavera”.

Mauro Cornejo y Monicks Useda son clientes de “La Calavera”; ellos nos comentan que los productos que habían adquirido hasta el momento (camisas, stickers, broches y pósters) han sido de una calidad excepcional tanto material como artísticamente. También afirman que si hay algo que los convenció para ser clientes fue la creatividad de la marca y que “siempre hay algo nuevo”.

Sus ilustraciones en stickers, camisetas, pósters y broches son cosas que significan mucho para Efraín, ya que le llena de orgullo y emoción cuando se encuentra con una persona que consume su arte; ya sea un sticker en una computadora o un broche en una mochila. También hay obras que serán relativamente permanentes para el trabajo de “La Calavera”, como los murales que ha pintado de sus ilustraciones en algunos locales.

Entre risas, poses con sus dibujos y fotografías, llegamos al final de la entrevista. Le preguntamos a Efraín cuáles eran sus planes a futuro o posibles proyectos que ya estaban en proceso y él nos comentó que planeaba sacar a la venta stickers con una mejor calidad, pues había encontrado recientemente un lugar nuevo donde se imprimían con material de alta calidad. También nos expresó las ganas que tiene de algún día realizar las ilustraciones de algún libro o incluso participar en campañas sociales.

Fotografía por Marian Urbina, boceto de “La Calavera”.

Es así como nos damos cuenta que “La Calavera” no es solo un personaje o un seudónimo, es un chavalo con talento e ideas brillantes; alguien admirado por su familia y amigos, con el sueño de seguir mejorando y evolucionando en sus dibujos para algún día sobresalir como ilustrador y visibilizar a Nicaragua como un país donde su gente tiene un inmenso potencial e increíbles ganas de superación.

Lonnie Ruiz, un diseñador e ilustrador nicaragüense, fue quien lo inspiró y lo llevo a reflexionar que su sueño sí se podía cumplir.

Apartamentos Marcela (Altamira), mural e ilustración hechas por “La Calavera”.