La esperanza renacerá en Amak con Ricky Pineda, el primer médico mayangna
A sus once años dejó su comunidad y ahora es el primer médico indígena nicaragüense.
A sus 23 años de edad, Ricky Leopoldo Pineda Talavera ha cumplido uno de sus más grandes sueños: culminar sus estudios de medicina. Sin embargo, aún tiene una meta más por cumplir: prestar sus servicios en la comunidad indígena que lo vio nacer: Amak, en la Reserva de Biósfera de Bosawás.
Ricky Pineda, el tercero de siete hermanos, pertenece a la comunidad indígena Mayangna Amak, ubicada en la Zona de Régimen Especial Alto Bocay, territorio Mayanhna Sauni Bu (Bosawas).
A orillas del río Bocay y del río Amak, Pineda inició sus estudios. Desde el inicio contó siempre con el apoyo de sus padres, Isidra Talavera y Leopoldo Pineda.
La primera vez que salió de su comunidad fue a la edad de 11 años cuando le pidió a su papá buscar un lugar donde pudiera continuar sus estudios de secundaria. En Amak culminó su primaria, pero ansiaba seguir aprendiendo.
“No me importaba el lugar donde iba a vivir sino el lugar donde yo iba a estudiar”, indicó Pineda.
Tras varios sacrificios, pero con las ganas de superación bien claras, Ricky Pineda se trasladó hasta San José de Bocay, municipio de Jinotega, para continuar sus estudios.
En ese momento, según Pineda, no tenía pensado estudiar nada relacionado con el tema de la salud, no obstante, viendo las necesidades que constamente padecía su comunidad finalmente se decidió por estudiar enfermería.
En Bocay, logró terminar su preparación técnica como enfermero. Pero sus ansias por ayudar a sus gente, lo motivaron a seguir invirtiendo en su formación.
No fue fácil, resaltó este joven mayagnha. Los gastos para cubrir esta profesión eran muy altos tomando en cuenta los limitados recursos con los que contaba.
“Me preparé para hacer mi examen de admisión en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-Managua), pero yo estaba en mi comunidad y el día que tenía que presentarme el río estaba lleno y no logré salir”, comentó.
Pese a todas las circunstancias y cuando ya su anhelo casi desvanecía, una luz de esperanza se presentó en su vida. Un amigo que conoció en San José de Bocay fue quien le recomendó estudiar en una universidad en Estelí.
Ricky Pineda, por ser un estudiante destacado con excelentes notas, logró estudiar becado en la Universidad Católica del Trópico Seco (UCAPSE) la carrera de medicina humana.
Sin embargo, Pineda debía de cubrir un 50% del pago de sus estudios superiores y su alojamiento.
“Entonces le dije a mi amigo Jorge que me buscara un trabajo y comencé lavando carros”, explicó.
El joven mayangna ahora está realizando su servicio social en el Hospital Victoria Mota de Jinotega y el próximo año será su graduación. De sus hermanos, solo el más pequeño ha replicado su ejemplo.
Pineda espera retornar a la comunidad Amak y así brindar asistencia a su gente.