Amor y pasión por los tatuajes; Edier García cumplió el sueño de profesionalizarse
El joven tiene 7 años dedicándose a este arte.
El arte de tatuar la piel es una historia que se remonta a muchos años y se le considera una forma de modificación corporal, hoy en día; este tipo de expresión artística se ha expandido a lo largo del mundo, de igual manera, las personas que se dedican a usar la piel como lienzo.
Edier García, tiene 27 años de edad, lleva 7 dedicándose a tatuar profesionalmente, aunque si le preguntan a él, lo describe de la siguiente manera: “tengo 3 años aprendiendo y 4 años trabajando de manera profesional”.
Inició en este mundo en el 2015, lo tomó como un hobby, con sus vecinos del barrio armaron una máquina artesanal y empezó a practicar en ellos, nunca faltaba quien quisiera hacerse un tatuaje, “nunca me faltó una pizarra para dibujar”, expresa con una gran sonrisa.
El joven agradece a sus vecinos y amigos que fueron parte de su crecimiento en este arte, pues sin ellos y sin muchas otras personas que le tendieron una mano en su proceso de crecimiento, hoy no pudiera gozar de la experiencia y prestigio dentro del mundo de los tatuajes.
Cuenta que por su trabajo se dio a conocer, fue recomendado por muchos; y su técnica ha sido de gusto de sus clientes. Hasta este momento, ha participado en ferias y convenciones de tatoos e incluso ha sido merecedor de premios y reconocimientos por poner todo su empeño y esfuerzo en el arte de tatuar.
“Quisiera tener un local más grande, tener más artistas, no trabajar solo, en un futuro enseñar a personas que vienen empezando, me gustaría viajar siempre con el tema del tatuaje, participar en convenciones y que la gente reconozca mi arte”, comenta García.
Edier relata que en Nicaragua y resto del mundo, aún prevalecen estigmas sobre este tema y es común que parte de la población vea de manera negativa a las personas que llevan plasmada en su piel algún tipo de tatuaje y por lo general, lo asocian con delincuencia, pero "al conversar con mis clientes, me doy cuenta que son gente de buen corazón, juzgados a veces sin motivo justo".
“Tatuar para mí es una responsabilidad grande, es algo que la persona llevará toda su vida, es importante que tanto la persona como yo quedemos satisfechos con el trabajo, porque eso es lo que va a hablar de mí como artista y me pueden recomendar”, revela Edier.
Este joven dice que cada trabajo que realiza conlleva un compromiso, ya sea un tatuaje grande o pequeño, pues debe saber cómo tratar la piel, hasta el momento el trabajo más grande que ha hecho, fue tatuar una espalda completa, lo cual le tomó 12 horas aproximadamente.
Edier García con ayuda de su mamá compró su primera máquina profesional, la cual usa hasta el día de hoy, pues la ha estimado por el gran valor que tiene para él. "Luego de practicar en plátanos y naranjas, admiro mi trabajo, es un arte muy difícil”, subraya.
Si desean conocer más sobre el trabajo de este joven, pueden buscarlo en redes sociales como Ink Chane Tatoo.
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