Lorenzo Vega/ VOS TV
Casi dos décadas viviendo sin límites a pesar del Parkinson
El apoyo familiar ha sido clave para que Aleyda García tenga una vida plena.
Hace 18 años la vida de Aleyda Esperanza García dio un giro de 180 grados, tras ser diagnosticada con Parkinson, luego de presentar dolencias que relacionaba con otras enfermedades. A pesar de ello, ha podido superar los obstáculos y para ella es un reto realizar cualquier actividad cotidiana.
El Parkinson es una enfermedad neurológica que provoca movimientos involuntarios o incontrolables, como temblores o bien rigidez, dificultad con el equilibrio y la coordinación.
García reconoce que, en un principio, afectó su autoestima por lo difícil que fue aceptar que poseía este padecimiento. Salir de casa no era fácil, porque tenía que lidiar con los comentarios discriminatorios que le hacía la gente en los sitios públicos a los que iba, pero la unión familiar le ayudó a superarlos.
“Yo limpio mi casa, cocino y riego mis plantas, son actividades cotidianas que me encantan, a veces hasta se me olvida que tengo esta enfermedad y me sobrepaso en el esfuerzo que hago, pero me vuelvo a sentar, trato de relajarme y cumplir mi tratamiento al pie de la letra”, cuenta.
Además de la medicación adecuada, para esta paciente es vital el ejercicio y una buena dieta alimenticia, evitando consumir cualquier comida chatarra. “Me encanta hacer ejercicio en una bicicleta que adquirí”, comenta.
Los primeros síntomas
Sus familiares aseguran que acudir de inmediato a un médico cuando tuvo los primeros síntomas fue clave para obtener un diagnóstico temprano de la enfermedad.
“Camina más lento, hace todo más lento, debemos de ponernos todos a la velocidad que ella tiene, nos ha llevado a mis hijas y a mí a tener un mayor cuidado con ella las 24 horas del día”, manifiesta Giovanny Ojeda, esposo de Aleyda y su principal cuidador.
Afirma que dejar fuera de las decisiones familiares y aislar al paciente con Parkinson, es la peor decisión que se puede tomar y pondría en progresión la enfermedad neurodegenerativa.
“Al inicio pensábamos que era otra enfermedad cualquiera, porque empezó con dolores un tanto de rígido en la parte izquierda del cuerpo de ella y tenía como tres meses de haber tenido un parto, lo estábamos asociando a ese motivo, pero cuando fuimos a consultar a los médicos un internista nos dijo que fuéramos a un neurólogo y el dio el diagnóstico”, recuerda Ojeda.
Detección temprana mejor calidad de vida
El neurólogo, Adrián Coulson, asegura que, aunque no hay cifras oficiales a nivel de Nicaragua, cada vez son más los pacientes detectados con esta enfermedad, lo que les permite mejorar su calidad de vida.
“Nos llegan muchas veces a consulta pacientes que ya se cayeron, que tuvieron alguna fractura de pelvis, que ya tuvo un sangrado intracraneal y cuando nosotros miramos, descubrimos que se tratan de pacientes con un avanzado estado de Parkinson y sus familiares asociación esa descoordinación y lentitud de sus movimientos a la edad, hay que moverse al médico con los primeros síntomas”, orienta.
El médico insiste que más allá de cualquier tratamiento medicinal, la atención multidisciplinaria y el apoyo de la familia ayuda a reducir los riesgos de muerte derivados del Parkinson.
Abandono familiar
Los pacientes de Parkinson pueden morir por traumas, infecciones, sangrado transcraneal y desnutrición, pero todo ello derivado de la enfermedad.
“Las complicaciones vienen de un Parkinson mal cuidado, un paciente que no acude a su consulta, una red de familia que no apoya al paciente, un medicamento que se prescribe y no se cumple al pie de la letra y la ausencia de un manejo multidisciplinario, son entre muchos los principales determinantes del pronóstico de la enfermedad”, argumenta.
El Día Mundial del Parkinson se celebra cada año el 11 de abril para crear conciencia sobre esta enfermedad neurodegenerativa y para honrar a James Parkinson, el médico británico que describió por primera vez este padecimiento en 1817.
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