El proyecto educativo de una estudiante de medicina sobre la Menarca

A sus 18 años, Paola Cantarero, se ha posicionado como una de las jóvenes que están aportando de forma positiva y educativa. Menarca La Monarca, es su proyecto social que inició en el 2021, con el fin de formar tanto a padres como a las niñas en el tema de educación menstrual.

“Nosotros lo que hacemos es facilitar información acerca de educación menstrual básicamente, de pubertad, dirigida específicamente a las niñas entre los 7 y 14 años y a sus familias para que puedan acompañarlas en este proceso”, explica la estudiante de tercer año de Medicina, quien en el 2022 empezó a impartir talleres.

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Cantarero no está sola, su mamá Silvia Fuentes, abogada, es un pilar fundamental en esta propuesta. “Con ella empecé el proyecto desde una perspectiva madre e hija, para abordar el tema educación menstrual porque se tiene que abordar de manera íntegra, no solamente la niña, la información, sino que también su entorno, porque es un tema demasiado tabú hasta el momento lamentable”, dice la universitaria.

Añade la joven que hablar con la familia es necesario, porque es importante que la niña conozca estos temas, “que lo vea como algo natural que ella va a pasar, para que pueda vivir este proceso sin prejuicios, sin miedos, sobre todo informada y acompañada”, apunta Cantarero, quien se ha formado como educadora menstrual.

Sobre el manual

A inicios de año, lanzó el manual digital, dirigido a todas las niñas con y sin discapacidad, con libre acceso y pueden descargarlo desde la cuenta de Facebook Menarca La Monarca.

“Siempre he estado muy ligada a la salud y fue en mi bachillerato, cuando estábamos haciendo parte de la monografía, los proyectos escolares que empecé a investigar sobre este tema, me di cuenta de que no había información dirigida a las niñas, era una necesidad que no estaba visibilizada, menos trabajada”, refiere.

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Belkin Alar, es la asesora en discapacidad y fue quien se encargó en cómo adaptar la información.

Paola se hace acompañar en sus presentaciones del útero y una abeja, con esta última busca llegar a las niñas, “porque hemos notado que a las niñas les encantan los títeres, los peluches, entonces yo tejí la abeja, es nuestra asesora de juegos, es como mi material didáctico”, refiere.

Esta joven lleva meses trabajando en el Proyecto La Poli-ludoteca Menstrual Itinerante, con el cual pretende visitar varios departamentos del país, para el que se ha sumado varias voluntarias de la Universidad Americana (UAM).

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