La Caimana, punto de referencia en Managua con una historia explosiva


La Caimana era en realidad Petronila del Carmen Aguirre, apodo que heredó de su padre José Dolores Aguirre, mejor conocido como “Lolo Caimán”.

Según Hilda Scott, quien fuera pareja de Carmen por muchos años, él se ganó este apodo por lo bocón que era. Al crecer su hija Carmen arrastró el reconocido y populoso sobrenombre, por sacar esa característica de su padre.

La Caimana, durante mucho tiempo fue conocido por ser un lugar donde se elaboraba pólvora, negocio que Carmen Aguirre inició a la edad de 20 años inducido por su abuelo quien tenía un taller.

Entonces ella decidió emprender y montar su propio negocio, el cual trabajó junto a Hilda Scott. Con el tiempo, sus cohetes, morteros, carga cerradas, toritos encohetados, peinetas, buscapiés, se hicieron famosos en todo el país.

Te interesa: La historia detrás de la Estatua de Montoya

Carmen, quien era una mujer con un estilo de vida diferente a las demás mujeres, desde joven se vistió de forma masculina con cortes de cabello semejantes a los de un hombre. Se enamoró de Hilda, quien en ese entonces era enfermera del Hospital Bautista.

Era una enamoradiza que conquistó a Hilda a pesar del escándalo que representaba su relación, al ser dos mujeres enfrentando a los prejuicios de la sociedad de la época.

Continuaron juntas adoptando a varios niños que criaron como sus hijos hasta la muerte de Carmen Aguirre, el 16 de agosto de 1971, a los cuarenta años de edad.

Cierre del taller de pirotecnia

Actualmente el negocio de la pólvora ya no existe, porque la Ley Especial para el Control y Regulación de Armas de Fuego, Municiones, Explosivos y otros Materiales Relacionados (Ley 510), les cerró el negocio a Hilda Scott y a sus hijos, quienes heredaron el apodo de La Caimana y el negocio de la pirotecnia.

Ellos lucharon hasta el final para no cerrar y continuar con el negocio que los llenaba de pasión y alegría. Pero como el nicaragüense nunca se queda de brazos cruzados, buscaron la manera de salir adelante junto a una de sus hijas, quien lleva el mismo nombre, buscaron una alternativa y se dedicaron al comercio de los muebles y así emprendieron este nuevo negocio bajo el mismo nombre de “La Caimana”, lugar que es más conocido como un punto de referencia en el mercado más grande de Centroamérica “El Mercado Oriental”.