María José Canales: “tenes dos opciones, o te estancas o continuás avanzando”

María José Canales, tiene un poco más de 30 años. No cree ser una mujer inspiradora, sin embargo, su historia es digna de ejemplo.

Es originaria de Chichigalpa. Por razones laborales y económicas su familia se mudó en distintas ocasiones. Y aunque para muchos la mudanza es un sinónimo de inestabilidad emocional, Canales asegura que de pequeña no sufrió por ello. Fue hasta su llegada a Managua que verdaderamente resintió la mudanza.

Según sus palabras, este último movimiento significó un cambio drástico, incluso para la economía de la familia. Su mamá se mudó a los Estados Unidos para obtener más ingresos. María José, junto con su padre, se hicieron cargo de una heladería y de su hermana menor.

La partida de su madre y las nuevas responsabilidades desencadenaron convulsiones cerebrales, y los médicos dijeron que se trataba de depresión.

“De repente estaba un día conversando con alguien, escuché un ruido extraño y lo último que recuerdo es despertarme y había pasado dos días en el hospital”, dice Canales sobre su depresión.

Sin embargo, esto no detuvo su determinación de estudiar y salir adelante. Estudió Ingeniería Industrial en la Universidad Americana y sus calificaciones le permitieron aplicar a una beca para sus estudios universitarios. En el segundo año de la carrero obtuvo su primer trabajo.

“Cuando vos tenes cosas como esas, yo he aprendido que vos tenes dos opciones de manejarlo, o sacas lo positivo y te fortaleces como persona o simplemente te dejas llevar por la circunstancias que yo le doy gracias a Dios por las circunstancias que yo he tenido, porque eso ha forjado mi carácter aguerrido”, reflexiona Canales.

Yo he aprendido que vos tenes dos opciones de manejarlo, o sacas lo positivo y te fortaleces como persona o simplemente te dejas llevar por la circunstancias.

Maestría en el INCAE

Luego de culminar su carrera, realizó otros estudios, pero su meta era realizar una maestría en el INCAE. Ante esto, su principal obstáculo fue el financiamiento.

Nuevamente las circunstancias parecían no favorecerle. Ella recuerda haber llorado luego de no encontrar una organización que le pudiese financiar su maestría.

Un banco accedió a prestarle la suma que costaba sus estudios, y para ello le solicitó un fiador solidario. Sus padres la apoyaron y le dieron las escrituras de su casa como prenda.

Luego de saldar los préstamos para costearse la maestría, Canales ahora se ha dedicado a dar charlas sobre inteligencia emocional, las adversidades por las que ha pasado le permiten dar un testimonio de vida sobre cómo afrontar las dificultades para salir adelante.