OPS teme que los suicidios aumenten ante el confinamiento por la pandemia
A los expertos les preocupa que el aumento de los estados depresivos en algunas personas por el confinamiento, el aumento de la violencia, la pérdida de empleo, el consumo de alcohol u otras sustancias en el contexto de la pandemia eleve de manera drástica la tasa de suicidios.
“Hay datos recientes que nos dicen que hay un aumento en la angustia de las personas y en la ansiedad, esos factores que tienen que ver con la ansiedad y la depresión y eso nos hace ver que de alguna manera hay una serie de impactos en el bienestar psicológico de las personas. El riesgo de suicidio puede aumentar por todas esas condiciones que hemos comentado, señaló Carmen Martínez, psicóloga, salubrista y asesora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
El suicidio se ha convertido en otra pandemia, un problema de salud pública de grandes proporciones, pues se calcula que cada 40 segundos una persona se suicida en el mundo y 800,000 fallecen por año. El gran desafío para quienes conocen a personas con ideas suicidas es identificar señales de riesgo y establecer mecanismos protectores que ayuden.
Sólo en América Latina, la cifra de suicidios por año es de 100,000 personas según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Eduardo Vega, es sobreviviente de suicidio, hoy dirige Humannovation, una organización dedicada a prevenir este problema.
Vega asegura que en la mayoría de personas que piensan suicidarse en realidad no se quieren matar, sino que quieren de esta forma “alejar el dolor” a través del acto de quitarse la vida.
Desde su experiencia Vega asegura que el suicidio en sí mismo no es la única situación que se debe buscar resolver, sino también los mitos, tabúes y la estigmatización social que reciben quienes batallan con esta situación.
“Yo abogo por el cese de la criminalización y estigmatización del suicida. Necesitamos un lenguaje que considere el suicidio así, como algo patológico si no que algo que experimenta, puede ser mucha gente. Yo sobreviví a dos intentos de suicidio y aprendí cosas importantes que me ayudaron a guiar mi camino hacia una vida más saludable y feliz”, compartió.
El psicólogo Carlos Fayard, explicó que uno de los mitos del suicidio es que la persona toma la decisión de suicidarse de manera repentina, que la persona no lo meditó, “pero en verdad hay un proceso de sufrimiento que en la mayoría de los casos contribuye a la concepción de que uno puede suicidarse”.
Creer que el pensamiento suicida es permanente en la persona, también es otro mito según Fayard, pues esta situación es temporal y efectivamente puede ser resuelta y la vida puede renacer”, agregó.
Permanecer alertas a cualquier señal de intento de suicidio, mostrar empatía y establecer un vínculo con la persona afectada puede ayudar a abrir a encontrar salidas a esta situación que la está motivando a querer quitarse la vida.
“Si hay una persona de confianza que podamos contarle como nos sentimos, que es lo que nos está pasando, acudir a esta persona y en última instancia desde luego, si empezamos a tener esas ideas de quitarnos la vida hay que pensar en acudir a un profesional de la salud, cada vez más en atención primaria se están capacitando en una muy buena respuesta tanto para identificar como para tratar a las personas que están ya con problemas de comportamiento suicida”, afirmó Martínez.
Cada 10 de septiembre desde 2003 se conmemora el Día Mundial para la Prevención del Suicidio por iniciativa de la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio, en colaboración con la OMS con el propósito de concienciar a nivel mundial que el suicidio puede prevenirse.