Imagen referencial / Cortesía

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Trastorno del sueño, el efecto silencioso de la pandemia

Según especialistas el Covid-19 tiene una gran incidencia en el trastorno de la pandemia


La pandemia del Covid-19 ha generado cambios abruptos en el estilo de vida de las personas a nivel mundial, trastocando de forma directa e indirecta la salud física y mental. El trastorno del sueño es una de esas secuelas que está dejando la crisis sanitaria en la población según expertos.

De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), al menos el 40 por ciento de la población en el mundo duerme mal. De los 88 tipos distintos de trastornos del sueño que reconoce la OMS, el insomnio crónico es el más frecuente entre el 8 al 10 por ciento de la población adulta y el insomnio transitorio afecta a un 40 por ciento de la población occidental en el planeta.

Uno de los efectos colaterales de la pandemia de la Covid-19 en la salud de las personas es la alta incidencia de trastornos del sueño, que según los especialistas puede manifestarse de diversas formas.

Javier Barreto, psicólogo de profesión, aclaró que los trastornos del sueño son problemas relacionados en general con el dormir, ya sea para conciliar el sueño, permanecer dormido o quedarse dormido en cualquier momento del día, dormir demasiado, tener problemas para mantener un horario regular de sueño y comportamiento inusuales durante el sueño.

“No se trata solo de insomnio, hablamos de trastornos del sueño y pensamos inmediatamente insomnio que es de lo que más comúnmente se habla, entendiendo que hay varios tipos del problemas del sueño”, dijo el especialista.

Si usted padece un trastorno del sueño, los especialistas recomiendan no tomarlo a la ligera y buscar atención médica ya que el no hacerlo puede afectar seriamente la salud y calidad de vida.

“Existe bastante evidencia en relación a que los trastornos del sueño crónico son un factor de riesgo significativo para gran diversidad de enfermedades crónicas, enfermedades cardiovasculares como hipertensión, cardiopatía isquémica, insuficiencia cardíaca, la fibrilación auricular, síndrome metabólico, la diabetes mielitis tipo 2, la obesidad, la dislipidemia. En la parte neurológica podemos encontrarnos enfermedades vasculares cerebrales o un deterioro cognitivo, hay algunas asociaciones con el Alzheimer y la demencia”, indicó Barreto.

Para ayudar a mantener un ritmo de sueño, los especialistas recomiendan tener una dieta saludable, practicar actividad física, y procurar dormir al menos 8 horas continuas diarias en un mismo horario, evitar la cafeína, nicotina, las bebidas alcohólicas y las comidas abundantes en horas de la noche.