Hambre afectó a más de 800 millones de personas en todo el mundo en 2021, asegura FAO
La pandemia de la covid-19, los efectos de la invasión en Ucrania, la crisis de suministros y la inflación a nivel mundial influyeron.
El número de personas afectadas por el hambre aumentó en más de 800 millones el año pasado, señala el informe del Estado de la Seguridad Alimentaria y la Nutrición en el Mundo 2022 (SOFI 2022) que elaboró la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) junto a otras agencias de Naciones Unidas.
El documento explica que los estragos de la pandemia de la covid-19, los efectos de la invasión en Ucrania, la crisis de suministros y la inflación a nivel mundial han creado una tormenta perfecta que pone en alto riesgo la seguridad alimentaria y la nutrición en el planeta y contribuye a que las cifras negativas sigan aumentando.
“828 millones de personas fueron afectadas por el hambre en el 2021, esto es un aumento de 46 millones en relación con el 2020 y 150 millones más que en 2019. A causa de la pandemia, la inseguridad alimentaria también aumentó en 2021 confirmando que más gente no tuvo acceso a alimentos suficientes y nutritivo. Alrededor de 2.3 mil millones de personas vivieron la inseguridad alimentaria en el 2021”, mencionó QU Dongyu, director general de la FAO durante la presentación del informe.
Se advierte también que este contexto ha puesto a los países en riesgo de que no alcancen el Objetivo II de Desarrollo Sostenible (ODS) que establece la agenda 2030, cuya meta propone poner fin al hambre y asegurar el acceso de todas las personas, a una alimentación sana, nutritiva y suficiente.
En el análisis se recomiendan algunas estrategias que los gobiernos pueden aplicar para reformular su apoyo al sector agrícola con miras a disminuir el costo de la alimentación.
Collen Vixen, presidente del Consejo Económico y Social de Naciones Unidas, señaló que, si bien hay esfuerzos para hacer progresos hacia el alcance de los ODS II, son insuficientes frente a un contexto mucho más difícil y la recesión actual hace más complicado para los gobiernos invertir en la trasformación de sistemas agroalimentarios.
“Para poner fin a la mal nutrición y al hambre en el mundo en todas sus formas, el informe SOFI 2022 pide soluciones complementarias en el sistema agroalimentario entre disciplinas y sectores. El informe demuestra que los gobiernos pueden y deben logras más con los mismos recursos públicos de siempre utilizando las políticas para apoyar los alimentos y agricultura, aumentar la disponibilidad de los alimentos nutritivos y disminuir los costos de una dieta saludable”, dijo.
En este sentido, David Beasley, director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos (PMA) resaltó que en este contexto mundial se requiere de manera urgente una solución política para que los granos que produce Ucrania puedan salir al mercado a través de los puertos.
Agregó que “las organizaciones humanitarias necesitan financiamiento para tratar los niveles de hambre que estamos viviendo alrededor del mundo. La brecha entre el financiamiento que recibimos y las personas que necesitan nuestra ayuda es más y más grande. Los gobiernos tienen que resistir al proteccionismo y continuar el comercio a través de las fronteras, es momento de aprender las lecciones de esta crisis e invertir en programas resilientes para ayudar a las comunidades más pobres a protegerse contra el hambre”.
Datos del Panorama regional de seguridad alimentaria y nutricional elaborado en 2021 por la FAO, el hambre en América Latina y el Caribe alcanzó su punto más alto desde el año 2000, tras un aumento del 30 por ciento en el número de personas que padecen hambre entre 2019 y 2020. En el contexto de la pandemia covid-19, el número de personas que viven con hambre aumentó en 13,8 millones, alcanzando un total de 59,7 millones de personas.