Medicación tradicional para tratar enfermedades psiquiátricas podría empeorar la salud
Es necesario explorar alternativas y enfoques más integrales para garantizar un tratamiento efectivo, dice experta.
Durante el año 2022, un total de 4,074 personas fueron diagnosticadas con enfermedades psiquiátricas en Nicaragua, según el Ministerio de Salud (Minsa), lo que representa una significativa disminución en comparación con el año anterior, cuando se diagnosticaron a 18,258 personas.
Esta tendencia ha llamado la atención de la psiquiatra Gioconda Cajina, quien destaca la necesidad de replantear los enfoques tradicionales de medicación en el tratamiento de estas enfermedades, ya que pueden estar empeorando la salud mental de los pacientes.
La especialista señala que factores como "la sobrecarga laboral y las preocupaciones cotidianas están influyendo en el deterioro de la salud mental de los nicaragüenses".
Sin embargo, resalta que la nueva generación de psiquiatras en el país está adoptando enfoques preventivos, lo que podría tener un impacto positivo en la disminución de la cifra de personas afectadas por este tipo de enfermedades en los próximos años.
Según la psiquiatra, la sociedad en su conjunto, junto con las autoridades de salud, debería llevar a cabo una campaña permanente para concientizar sobre la importancia de la salud mental. Esto tiene como objetivo prevenir complicaciones a largo plazo y fomentar el interés de futuros especialistas en este campo crucial.
"La salud mental es un aspecto fundamental de bienestar y calidad de vida, su atención adecuada es esencial para el desarrollo de una sociedad saludable. La disminución en el número de diagnósticos de enfermedades psiquiátricas en Nicaragua es un paso positivo, pero aún queda mucho por hacer. Es necesario promover una mayor conciencia sobre la salud mental, brindar acceso a servicios de atención y apoyo, y fomentar la formación de especialistas capacitados en esta área", dice Cajina.
La psiquiatra destaca la importancia de abordar estos problemas desde una perspectiva integral, reconociendo los factores sociales y psicológicos que influyen en la salud mental. La prevención y la promoción de estilos de vida saludables deben ser pilares fundamentales en los esfuerzos por mejorar la salud mental en la sociedad nicaragüense.