Las aguas de las piscinas, playas y ríos podrían albergar diversos gérmenes que ponen en riesgo la salud. La Dra. Katherine Díaz García, especialista en medicina interna y nutrición clínica, comparte información vital para disfrutar este verano.

Según la experta, en estas aguas hay bacterias, parásitos y hongos, que podrían conllevar a diferentes enfermedades, la mayoría gastrointestinales, es decir, síntomas de diarrea y naúseas, sobre todo en los niños.

Si una persona está enferma e ingresa al área, la especialista recomienda estar alerta para evitar tener contacto con el agua contaminada. La temperatura, el pH o si el agua está realmente bien sanitizada, son factores que también pueden influir.

Otro de los malestares que se pueden contraer es la Otitis externa que consiste en una infección del oído externo y puede causar dolor y fiebre.

Dentro de los consejos que la especialista brindó para evitar enfermedades por aguas contaminadas están ducharse antes y después de entrar a la piscina, llevar suficiente ropa para hacer los cambios necesarios, utilizar bolsas para separar la ropa mojada y evitar tragar agua del lugar.

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