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Fibrosis mamaria, una condición común y benigna en la vida de toda mujer
Esta afección se caracteriza por la presencia de tejido fibroso denso, quistes o bultos dentro de los senos.
La condición fibrótica de mama, también conocida como fibrosis mamaria, es una alteración benigna que afecta el tejido mamario, caracterizada por un aumento de tejido en los senos, el cual puede sentirse como bultos o áreas endurecidas dentro de la mama, lo que a menudo genera preocupación entre las mujeres que lo experimentan.
Para el Dr. Javier Cantarero, ginecólogo y obstetra “la condición fibroquística de mama está lejos de ser cáncer, es totalmente diferente, ya que surge cuando se da un mayor estímulo hormonal con una mayor acumulación de líquido en cada mes y en uno de los senos mamarios se da una distribución desigual de ese líquido, entonces es ahí donde se puede apreciar el abultamiento”.
Esta afección es común y generalmente se asocia con cambios hormonales en el cuerpo, especialmente en relación con el ciclo menstrual.
Durante el ciclo, los niveles fluctuantes de hormonas como el estrógeno y la progesterona pueden causar que el tejido mamario se vuelva más denso o fibroso. Estos cambios suelen ser más evidentes en mujeres en edad fértil, aunque también pueden presentarse durante la perimenopausia.
Los síntomas de la fibrosis mamaria pueden incluir dolor, sensibilidad o una sensación de hinchazón en los senos, especialmente en la fase premenstrual. Los bultos o áreas fibrosas suelen ser móviles y pueden variar en tamaño y textura, lo que la diferencia de los nódulos malignos, que tienden a ser duros, irregulares y menos móviles.
A nivel regional, las enfermedades benignas de la mama, como la condición fibrótica, son frecuentes, afectando a un porcentaje significativo de mujeres en edad reproductiva y peri menopáusica.
Condición fibroquística no es cáncer
A como su nombre lo indica, es un estado que surge como una falta de adaptación hormonal de la persona que lo sufre. Es un engrosamiento del tejido mamario que sucede todos los meses en la vida de toda mujer, por lo cual no hay motivos por las que alarmarse.
“La principal diferencia con el cáncer es el contenido. En esta condición se presentan quistes simples donde su contenido es acuoso o secreción normal, tienen un borde regular y velocidad de crecimiento lenta; a diferencia del cáncer que se caracteriza por la presencia de quistes complejos, ya que su contenido puede ser sangre y no una simple secreción, puede ser pus u otro tipo de líquido, su borde es irregular y su velocidad de crecimiento es más acelerada”, afirma Cantarero.
Esta es una condición que antes se presentaba en mujeres de entre los 30 a los 50 años de edad, principalmente. Sin embargo, en los últimos años se puede ver en mujeres jóvenes de entre los 18 a 25 años, volviéndose unos de los principales motivos de consulta a nivel mamario, según el especialista.
Métodos anticonceptivos influyen en esta condición
Los métodos anticonceptivos, especialmente los hormonales, pueden influir en la aparición y evolución de la condición fibrótica de mama o cambios fibroquísticos mamarios. Esta influencia se debe principalmente a las alteraciones en los niveles hormonales que estos métodos producen en el cuerpo de la mujer.
El abuso de los métodos anticonceptivos, tales como la inyección de mes a base de estrógenos, pueden predisponer e influenciar a la condición fibroquística. Pero “formulaciones con dosis más bajas de estrógeno suelen asociarse con menos efectos secundarios y pueden ser más beneficiosas para mujeres con cambios fibroquísticos”, resalta el médico.
Diagnóstico
El diagnóstico de la fibrosis mamaria generalmente se realiza mediante un examen clínico y, si es necesario, se pueden utilizar estudios de imagen como mamografías o ecografías para descartar otras condiciones.
En la mayoría de los casos requiere tratamiento específico, aunque algunas mujeres pueden beneficiarse de cambios en la dieta, el uso de suplementos o medicamentos para manejar los síntomas, como el dolor o la sensibilidad mamaria.
Es importante que las mujeres que detecten cualquier cambio en sus senos consulten a un profesional de la salud para una evaluación adecuada.
Aunque es una condición benigna, la autoexploración regular y las mamografías periódicas son fundamentales para la detección temprana de cualquier anomalía en los senos.
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