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¿Por qué los humanos sonreímos y cuál es su importancia?

De acuerdo a las especialistas, nos ayuda a estar más sanos, ya que puede mejorar el sistema inmunológico.


La sonrisa es una forma universal de expresar alegría y felicidad. Además de ser la carta de presentación de nuestro rostro, funciona como una potente herramienta de socialización.

De acuerdo a Verónica Pérez, psicóloga, la sonrisa “es una expresión facial, completamente natural, es el resultado de movimiento de músculos de la boca y de los ojos” explica

“Si quiero ser asertivo, si quiero tener buenos ambientes, entornos de trabajo, amistades o relaciones de pareja, la sonrisa me va a abrir esos caminos” comenta la especialista Heydi Valle, coach comunicacional.

Las relaciones van a cambiar si sonreímos más, porque alguien que lo hace es más confiable a nuestros ojos; al hacerlo demostramos seguridad y cercanía; por eso tenemos que practicarlo más, aconseja.

Cada 2 de octubre se celebra el Día Mundial de la Sonrisa, ese movimiento agradable con el que podemos cambiarle el día hasta el más serio.

Beneficios

Al sonreír, nos puede ayudar a sentirnos mejor, ya que produce endorfina, "la hormona de la felicidad" y al hacerlo, el cuerpo se siente relajado, positivo y más optimista, resalta Pérez.

También ayuda a estar más sanos, ya que puede mejorar el sistema inmunológico y vuelve menos propenso a las personas a enfermarse.

Ciertamente, hay momentos donde lo último que queremos o podemos hacer es sonreír, porque pasamos por diferentes situaciones que nos privan de la felicidad misma; pero es en estos escenarios es donde se vuelve más necesaria, y para esos casos podemos provocarla.

No hay que esperar a que venga la sonrisa genuina, podemos planear el bienestar porque “el cerebro no distingue entre una sonrisa real y una forzada”, añade Pérez.

Cuando sonreímos le mandamos un mensaje al cerebro donde le hacemos saber que estamos felices, aunque no sea verdad, y el cerebro responde ayudándonos a sobrellevar esos momentos complicados.

Si no queremos engañar a nuestro cerebro podemos pensar en momentos agradables, regresar a eso episodios que nos provocan una sonrisa y usarlos como punto de partida para seguir haciéndolo hasta que nuestro cerebro entienda el mensaje.

“Todo en esta vida es de decisiones, uno decide si sonreír o no y a veces tenemos que forzar la sonrisa” finaliza la especialista Pérez.

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