Sífilis en el embarazo, un riesgo silencioso para madre y bebé
Si no se trata a tiempo puede derivar en complicaciones que van desde el fallecimiento del feto hasta discapacidades permanentes en los bebés.
La sífilis, una infección de transmisión sexual causada por la bacteria Treponema pallidum, se convierte en un peligro inminente cuando afecta a mujeres embarazadas, debido a las graves consecuencias que puede tener sobre el feto.
El doctor Alejandro Lagos, experto en salud pública, destaca la importancia de la detección y tratamiento oportuno de esta enfermedad, dado que una infección no tratada puede derivar en complicaciones que van desde el fallecimiento del feto hasta discapacidades permanentes en los bebés.
La sífilis congénita, que ocurre cuando la infección se transmite de la madre al feto, es una condición que puede evitarse con un diagnóstico temprano.
No obstante, el doctor Lagos subraya que los efectos sobre los recién nacidos son alarmantes, abarcando daños neurológicos, visuales y óseos que pueden causar discapacidad permanente si la infección no es tratada antes de atravesar la barrera placentaria.
El riesgo no es solo durante el embarazo; también existe una alta probabilidad de que el bebé no sobreviva al nacimiento o sufra de muerte neonatal.
Complicaciones y síntomas
Una de las principales complicaciones que puede enfrentar la madre infectada es el riesgo de muerte fetal, en la cual el feto fallece dentro del útero.
Si el embarazo llega a término, es posible que el recién nacido presente problemas de salud que afectarán su calidad de vida, lo que podría haberse evitado con una detección temprana.
Esta infección se caracteriza por ser una enfermedad que, en sus primeras etapas, puede pasar desapercibida. Los síntomas iniciales, como úlceras indoloras en los genitales o erupciones en las palmas de las manos y los pies, suelen desaparecer sin tratamiento, lo que lleva a muchas personas a ignorar la necesidad de atención médica.
“Los síntomas son latentes y no siempre manifiestos, por lo que los pacientes no buscan asistencia médica a tiempo,” explica el Dr. Lagos. Esta fase "silenciosa" aumenta el riesgo de transmisión a la madre y, por ende, al feto.
En mujeres embarazadas, la infección suele detectarse a través de pruebas de rutina, como el test de reagina plasmática rápida (RPR) o VDRL, que se realizan en los controles prenatales.
Sin embargo, cuando no hay un control prenatal riguroso, el riesgo de transmisión y las complicaciones en el recién nacido aumentan considerablemente.
Tratamiento
El tratamiento con penicilina es eficaz para eliminar la sífilis en cualquiera de sus etapas, incluso en el embarazo. En casos de infección primaria, una dosis única de penicilina benzatínica puede ser suficiente para erradicar la bacteria.
Si la enfermedad está en una fase más avanzada, el tratamiento consiste en tres dosis semanales para garantizar que la infección sea completamente erradicada antes del parto.
Para una mujer embarazada infectada, es crucial que se administre tratamiento antes de los últimos meses de embarazo, pues esto reduce significativamente las probabilidades de transmisión al feto.
Sin embargo, la prevención sigue siendo el método más eficaz: los especialistas recomiendan el uso del preservativo en caso de que la pareja tenga una vida sexual activa con otras personas, para reducir el riesgo de transmisión.
La educación sobre la prevención de enfermedades de transmisión sexual es vital para evitar la propagación de infecciones como la sífilis, especialmente en mujeres en edad fértil.
Según el Dr. Lagos, una mujer que planea embarazarse debe someterse a exámenes de rutina que incluyan pruebas de sífilis y otras infecciones de transmisión sexual. Además, para aquellas que ya están embarazadas, los controles prenatales son la herramienta esencial para detectar posibles riesgos a tiempo.
“Es fundamental que las mujeres en estado de embarazo y sus parejas comprendan la importancia de las medidas preventivas. El uso de preservativos y la realización de pruebas son herramientas claves en la protección de la salud del bebé y la madre,” indica el doctor Lagos.
La sífilis es una enfermedad silenciosa pero prevenible. Gracias a los avances médicos, hoy en día es posible tratar la infección de manera efectiva. Sin embargo, es esencial que tanto las mujeres embarazadas como sus parejas asuman un rol activo en la prevención y el tratamiento de esta enfermedad para evitar riesgos tanto para la madre como para el bebé.
La detección temprana y el tratamiento oportuno pueden marcar la diferencia entre la salud y la enfermedad en los recién nacidos, brindándoles una oportunidad de vida sin complicaciones.