Más de 1,400 niños y adolescentes viven con diabetes en Nicaragua
Aunque poco común, también se registran casos de diabetes tipo 2 en menores.
En Nicaragua, más de 1,400 niños y adolescentes enfrentan la realidad de vivir con diabetes, la mayoría de ellos con diabetes tipo 1, según datos de la Asociación de Padres de Niños y Jóvenes Diabéticos de Nicaragua (APNJDN).
Aunque poco común en la infancia, también se registran casos de diabetes tipo 2 en menores, reflejando la complejidad y los desafíos de esta condición en una etapa vulnerable de la vida.
Para los padres, recibir el diagnóstico de diabetes en sus hijos es un momento de profundo impacto, marcado por la incertidumbre y el desconocimiento. Así lo describen Karla López y Greg Jiménez, padres de Amalia, una niña de siete años diagnosticada hace ocho meses con diabetes tipo 1.
"Fue un impacto muy profundo y duro, sobre todo porque desconocíamos mucho sobre la enfermedad", comenta Greg. La noticia no solo afectó emocionalmente a la familia, sino que también tuvo un impacto social y económico. “Nos hemos aislado un poco, debido a que la niña tiene que cumplir con horarios y tipos de comida específicos, lo cual dificulta nuestras reuniones familiares, donde normalmente se consume mucho dulce”, comparte.
La familia, sin embargo, encontró en la APNJDN un valioso apoyo. La organización les proporcionó no solo los insumos médicos esenciales como glucómetros y jeringas, sino también educación constante para el control de la diabetes, apoyo psicológico y orientación en nutrición. Gracias a estos recursos, Amalia ha aprendido a reconocer los síntomas de sus niveles de glucosa y actuar en consecuencia.
Para Tania Martínez, madre de Maikel, de cinco años, el diagnóstico de su hijo llegó cuando él tenía solo tres años. La experiencia fue abrumadora y llena de miedos, sobre todo durante la etapa crítica en la que Maikel estuvo en cuidados intensivos.
"Fue muy difícil no poder estar cerca, no poder verlo todo el tiempo. Cuando nos confirmaron el diagnóstico, fue un momento desgarrador, pero nos dimos cuenta de que, con el apoyo adecuado, podríamos salir adelante", relata Tania.
El proceso de adaptación ha requerido de paciencia y esfuerzo. La APNJDN se ha convertido en un pilar fundamental para la familia, proveyendo conocimientos y estrategias prácticas para el control de la enfermedad y la nutrición de Maikel. Tania subraya la importancia de un control estricto y el apoyo psicológico tanto para el niño como para su entorno familiar: “Nos enseñaron a cuidarlo de una manera que él pudiera también entender y aceptar su condición”.
Rosa Berrío, de 14 años, convive con diabetes tipo 2 desde los nueve. Para su madre, Ruth Morales, el diagnóstico fue desconcertante. “Cuando nos dijeron que tenía diabetes, sentí que el mundo se derrumbaba. Ella misma decía que se iba a morir”, recuerda. A través del apoyo de la asociación y de charlas con otros padres y educadores, Ruth y Rosa lograron construir un entorno de apoyo y comprensión, lo que ayudó a Rosa a superar la depresión y los temores iniciales.
Los padres de niños con diabetes enfrentan una lucha constante por el bienestar de sus hijos. La APNJDN no solo ha brindado insumos y educación, sino que también ha generado un espacio de solidaridad y comprensión entre familias que viven situaciones similares.
Este apoyo es vital, especialmente en un contexto donde muchos desconocen los cuidados específicos que requiere un niño con diabetes, y donde la estigmatización y la desinformación pueden ser obstáculos para un adecuado control de la enfermedad.
Este 14 de noviembre, Día Mundial De Lucha Contra La Diabetes, la asociación junto al Ministerio de Salud realizará una serie de actividades en el Instituto Nacional de Deportes con el objetivo de promover la detección temprana y un mayor conocimiento sobre esta enfermedad.