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Pérdida de sangre en el embarazo: ¿Cuándo es peligroso?

Las causas comunes son placenta previa y desprendimiento prematuro de la misma.


La hemorragia obstétrica es una de las principales causas de mortalidad materna en todo el mundo, representando un desafío crítico en la atención perinatal, en los países subdesarrollados, como es el caso de nuestro país. Esta es la primera causa de muerte materna.

Se define como “una pérdida excesiva de sangre durante el embarazo, el parto o el período posparto, que puede poner en peligro la vida de la madre si no se trata a tiempo”, destaca la Dra Anggie Weimar, médico intensivista obstetra.

Ambos tienden a confundirse porque son términos relacionados, pero no siempre significan lo mismo, lo que puede causar confusión.

Para Weimar “el sangrado son pequeñas cantidades de sangre vaginal que puede mojar la toalla sanitaria o la ropa interior; en cambio, la hemorragia es la pérdida de 500 ml durante el parto y 1000 ml durante la cesárea”, destaca.

Existen dos categorías principales de hemorragia

Una que ocurre antes del parto, generalmente durante el tercer trimestre. Las causas comunes incluyen placenta previa (implantación anormal de la placenta) y desprendimiento prematuro de placenta. Y la otra se presenta tras el parto y es la más frecuente que incluye causas como atonía uterina (falta de contracción del útero), desgarros genitales y retención de fragmentos placentarios.

Para la especialista, entre los principales factores asociados se encuentran las complicaciones previas tales como hemorragias en embarazos anteriores; condiciones médicas: hipertensión, trastornos de coagulación o infecciones.

Así mismo las intervenciones obstétricas, ya sea cesárea previa, partos instrumentados o inducción del trabajo de parto.

Los síntomas varían según la gravedad, pero suelen incluir sangrado vaginal abundante, mareos, palpitaciones y piel fría, disminución de la presión arterial y aumento del pulso.

Esta es una emergencia que requiere un enfoque multidisciplinario. La preparación y respuesta inmediata son claves para reducir la mortalidad materna y mejorar los resultados perinatales.

Por tanto, la médica recomienda acudir a los controles prenatales, ya que según la OMS, “la mortalidad de las pacientes disminuye cuando se lleva un adecuado control prenatal con el gineco-obstetra de cabecera”.

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