Riesgos y prevención de las infecciones urinarias en las mujeres
La prevalencia se incrementa en situaciones específicas, como el embarazo y la menopausia.
Las infecciones urinarias son una de las condiciones de salud más comunes que afectan a las mujeres, y su prevalencia se incrementa en situaciones específicas, como el embarazo y la menopausia.
En estos períodos, los cambios fisiológicos del cuerpo femenino hacen que las mujeres sean más vulnerables a estas infecciones, que, si no se tratan a tiempo, pueden llegar a tener consecuencias graves.
La ginecóloga Dra. Greta Solís, experta en la salud femenina, explica los factores de riesgo, la prevención y los tratamientos disponibles para manejar estas infecciones de manera efectiva.
Durante el embarazo, las mujeres experimentan cambios hormonales y físicos significativos que pueden alterar la función normal de las vías urinarias, haciéndolas más susceptibles a infecciones.
En la menopausia, la disminución de los niveles de estrógeno puede afectar la salud vaginal, reduciendo las defensas naturales y creando un ambiente propenso a la infección.
Tipo de infecciones urinarias
En cuanto a las infecciones urinarias durante el embarazo, la especialista señala que pueden dividirse en tres tipos: bacteriuria asintomática, cistitis y pielonefritis.
La bacteriuria asintomática es la más común en las mujeres embarazadas, y aunque la paciente no presenta síntomas evidentes, la infección puede ser detectada a través de un simple análisis de orina.
"Es muy importante tratar esta infección tan pronto como se detecta, porque si no se trata adecuadamente, puede progresar a una cistitis, y luego a una pielonefritis, que es una infección mucho más grave que puede afectar los riñones", explica la especialista.
El riesgo de complicaciones aumenta si la infección no se detecta a tiempo. La pielonefritis, en particular, puede llevar a complicaciones serias como parto prematuro, bajo peso al nacer, aborto espontáneo e incluso anemia durante el embarazo.
"Por eso es crucial que todas las mujeres embarazadas se sometan a los controles prenatales, donde se les realicen análisis de orina de manera rutinaria para detectar cualquier signo de infección", recomienda.
En cuanto a la menopausia, detalla que la disminución de estrógenos y los cambios hormonales hacen que las mujeres sean más propensas a infecciones urinarias recurrentes.
"La vagina pierde humedad y elasticidad, lo que afecta las defensas naturales del cuerpo. Además, la cercanía del ano y la uretra hace que las bacterias puedan introducirse más fácilmente en el sistema urinario", señala.
Recomendaciones para prevenirlas
Para prevenir estas infecciones en la menopausia, la Dra. Solís sugiere el uso de cremas vaginales con estrógeno o ácido hialurónico, que ayudan a mantener la salud vaginal y a prevenir las infecciones urinarias.
La prevención de infecciones urinarias también incluye la importancia de mantener una buena higiene personal, evitar la retención de orina y tomar suficiente agua para promover la micción regular.
"En el caso de las mujeres embarazadas, es esencial que sigan las recomendaciones médicas y se sometan a los controles prenatales, porque esto puede marcar la diferencia en la detección temprana de una infección urinaria", afirma.
En cuanto al tratamiento, la experta destaca que el diagnóstico temprano es clave para evitar complicaciones graves. Dependiendo del tipo de infección, los tratamientos varían.
En el caso de la bacteriuria asintomática, el tratamiento consiste generalmente en antibióticos orales, mientras que en casos más graves como la pielonefritis, puede ser necesario el uso de antibióticos intravenosos y hospitalización.
"El Ministerio de Salud tiene protocolos nacionales para el tratamiento de infecciones urinarias en mujeres embarazadas, lo que garantiza que las pacientes reciban el tratamiento adecuado de acuerdo con el tipo de infección que presenten", explica Solís.
Es importante destacar que las infecciones urinarias pueden ser recurrentes, por lo que las mujeres deben seguir las indicaciones médicas y mantener una comunicación constante con su ginecólogo.
"Si una mujer tiene antecedentes de infecciones urinarias recurrentes, es crucial que tome medidas preventivas para evitar que la infección se repita, y en muchos casos, el tratamiento preventivo con antibióticos puede ser una opción", concluye.