La importancia de marcar límites para nuestro bienestar
“Poner límites es trazar una línea donde se le dice a alguien por acá no podés pasar...”, dice psicóloga.
Nos podemos encontrar en el dilema común de si deberíamos decir lo que no nos gusta en una situación o si es necesario hablar con esa persona, también podemos decidir no hacerlo, pero si tomamos la decisión estaremos marcando un límite necesario para nuestro bienestar.
“Poner límites es trazar una línea donde se le dice a alguien: por acá no podés pasar, con el propósito de cuidar de nosotros” explica Yulia Loredo, psicóloga.
Aprendemos a trazar estas líneas desde pequeños, viendo el ejemplo de las personas que nos rodean,pero incorrectamente se nos enseña a poner las necesidades de los demás antes que las nuestras y por eso nos volvemos complacientes.
Con este tema existe un mal concepto porque “los límites no viene del egoísmo, vienen del reconocer mi valor, por eso aplicarlos no es solo algo sano, si no también necesario para nuestro cuido", Añade Loredo.
Viendo por nosotros y por los demás
“Cuando ponemos límites los demás se van a molestar porque les estamos quitando beneficios que jamás debieron haber tenido, pero eso no depende de nosotros, no debemos de temer al momento de tomar la decisión", asegura la especialista.
Estas decisiones vienen acompañadas de diálogos asertivos y sanos con la otra parte, porque es necesario dejar en claro nuestras necesidades de la manera adecuada, con responsabilidad afectiva.
Es importante pensar en cómo los demás se van a sentir, porque los diálogos se establecen sin las intenciones de dañar o perjudicar; si se hace de esa manera lo que piense o diga la otra parte dependerá de ella y es necesario que aprendamos que es algo que no podemos controlar.
¿Por qué ponerlos?
“Cuando yo me acostumbro a poner límites, reconozco en el día a día el valor que yo tengo, esto me permite tener una buena autoestima, una buena valoración y buen autocuidado porque yo reconozco que soy importante”, asegura Loredo.
Al trazar esas líneas reconozco que de esa manera me hago valer y necesitamos entender que muchas veces poner límites es soltar, es salir de ahí.
“Si puse mi límite y no es respetado, estoy en toda la libertad de irme; porque entiendo que yo soy lo mas importante y que mi cuido es lo principal”, finaliza la psicóloga.