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Mitos que persisten sobre vacuna contra el VPH

Esto es lo que dicen dos expertos sobre esta vacuna.


La vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (VPH) es una herramienta fundamental para prevenir el cáncer de cuello uterino, una de las principales causas de muerte en mujeres en Nicaragua.

A pesar de sus probados beneficios, persisten mitos y estigmas que dificultan su aceptación, según reacciones observadas en redes sociales cada año, por el inicio de la campaña de vacunación liderada por el Ministerio de Salud (Minsa).

Entre las ideas erróneas más comunes se encuentra la creencia de que la vacuna fomenta la actividad sexual precoz en niñas, un argumento carente de sustento científico.

“Qué pecado, están destruyendo la niñez. Esto sí que es insólito”, comentó un usuario, reflejando desconfianza en la iniciativa. Otro añadió: “En vez de dar educación, las preparan para lo que ya saben”, señalando prejuicios relacionados con la moralidad y la educación sexual.

Esto dicen especialistas

Frente a estos comentarios, los doctores Patricia Pérez, ginecóloga obstetra, y Óscar Ibarra, ginecólogo oncólogo, destacaron que estas percepciones no solo son infundadas, sino que también ponen en riesgo la salud de las niñas al limitar su acceso a una protección efectiva contra el virus.

“La vacunación no tiene nada que ver con la conducta sexual. El inicio de relaciones sexuales depende de factores sociales, culturales y familiares, no de una vacuna”, explicó el doctor Ibarra.

Por su parte, Pérez enfatizó que el 98-99% de los casos de cáncer de cuello uterino están relacionados con la infección por VPH. “Vacunar a nuestras niñas significa protegerlas de por vida contra este tipo de cáncer y otras afecciones asociadas al virus”, afirmó.

Objetivo de la campaña

La campaña nacional del Minsa tiene como objetivo vacunar a 134,493 niñas de 10 y 11 años, garantizando que reciban la primera dosis de esta vacuna clave para reducir las tasas de mortalidad por cáncer de cuello uterino.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta medida es crucial para prevenir futuros casos.

Los especialistas recalcaron que la vacuna es completamente segura y está diseñada para enseñar al sistema inmunológico a combatir el virus.

“Es un regalo de vida para nuestras hijas. Los efectos secundarios más comunes son leves, como inflamación o enrojecimiento en el lugar de aplicación (el brazo), y no se han reportado reacciones graves”, aseguró Pérez.

No obstante, algunos usuarios expresaron preocupaciones infundadas sobre la vacuna. “Cuidado y no es una que utilizaron con ese mismo fin para esterilizar niñas o alterar su función reproductiva”, escribió una persona.

Ante estas afirmaciones, el doctor Ibarra desmintió categóricamente estos rumores: “No existe ninguna evidencia científica que respalde tales ideas. La vacuna ha sido sometida a rigurosas pruebas internacionales que certifican su seguridad y eficacia”.

Finalmente, los expertos exhortaron a las familias a informarse de fuentes confiables y a dejar atrás los mitos que generan miedo y desinformación.

“Proteger a nuestras niñas es una responsabilidad de todos. Con la vacuna, estamos asegurando un futuro más saludable para ellas”, concluyó Ibarra.