Referencial

Referencial

Hernias más comunes en la infancia: detectarlas a tiempo es clave

Hay unas que son más evidentes que otras, pero eso va a depender del tamaño y visibilidad.


Las hernias en la infancia son más frecuentes de lo que muchos padres imaginan y, aunque en su mayoría no representan un riesgo inmediato, detectarlas y tratarlas a tiempo es fundamental para evitar complicaciones.

“Una hernia ocurre cuando una parte de un órgano o tejido sobresale a través de un punto débil en la pared muscular”, afirma el Dr. Andrés Ayala, urólogo pediatra.

En los niños, estas afecciones suelen estar relacionadas con defectos congénitos que no se cerraron correctamente durante el desarrollo fetal.

Existen 2 tipos: inguinales y umbilicales. La inguinal es la más común en la infancia, especialmente en niños prematuros, indica el especialista.

Esta se produce cuando una parte del intestino o tejido abdominal pasa a través del canal inguinal y se detecta por la presencia de un bulto visible en la ingle o el escroto, que puede aumentar de tamaño al llorar o hacer esfuerzo, suele dar dolor o incomodidad, aunque en muchos casos puede ser indolora.

Por otro lado, las hernias umbilicales son comunes en lactantes y generalmente se presentan como un bulto en el ombligo. Para Ayala, “estas suelen resolverse por sí solas antes de los 3-5 años de edad y está programada genéticamente para cerrarse sola, por tanto, se recomienda no manipularla, simplemente vigilarla con chequeo médico y esperar”.

Sus síntomas principales son la protuberancia en el ombligo, especialmente visible cuando el niño llora, tose o hace esfuerzo y generalmente no causa dolor.

Cabe resaltar que estas pueden variar significativamente en cuanto a su tamaño y visibilidad, dependiendo de varios factores, como: tamaño del defecto, ubicación, contexto anatómico y estado de complicación.

Remedios caseros pueden agravar la situación

Usar métodos caseros como colocar monedas, canicas, fajones, limones u otros objetos sobre una hernia no es una práctica recomendada destaca el galeno, ya que pueden causar problemas serios tales como dermatitis o irritación, generar infecciones, retrasar el tratamiento adecuado y empeorar el defecto.

Por ello, la detección temprana puede marcar la diferencia entre un tratamiento sencillo y la prevención de complicaciones graves. Aunque muchas se cierran de manera espontánea, es importante realizar un seguimiento con el pediatra.

En casos raros, puede ser necesaria una intervención quirúrgica si la hernia persiste más allá de los 5 años o presenta complicaciones.