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¿Qué es la autocompasión y cómo influye en el bienestar psicoemocional?

Esta puede marcar la diferencia entre sentirnos abrumados o encontrar paz interior.


La autocompasión es una herramienta poderosa para mejorar el bienestar psicoemocional. A diferencia de la autocrítica, que muchas veces intensifica el estrés y la ansiedad, la autocompasión nos invita a tratarnos con la misma amabilidad y comprensión.

“Practicarla implica reconocer que el sufrimiento y los errores son parte de la experiencia humana. En lugar de juzgarnos, aceptamos nuestras emociones difíciles y las enfrentamos con calma y empatía”, afirma Ana Rodríguez, psicóloga y terapeuta.

Esto reduce la intensidad de las emociones negativas, mejora la autoestima y fortalece nuestra resiliencia.

La autocompasión, según la psicóloga, pionera en el tema, se compone de tres elementos principales: Amabilidad hacia uno mismo que implica ser cálido y comprensivo cuando enfrentamos errores, fracasos o sufrimiento.

También, humanidad compartida, en donde se reconoce que el sufrimiento y las dificultades son parte de la experiencia humana; y, por último, atención plena (mindfulness) que consiste en observar nuestras emociones y pensamientos sin exagerarlos ni ignorarlos, aceptando el momento presente tal como es.

¿Cómo practicar la autocompasión?

Rodríguez recomienda hablar con vos mismo, cuando te enfrentés a un momento difícil, pregúntate: "¿Qué le diría a alguien a quien quiero en esta situación?”. Escribir una carta de compasión es otra técnica que se puede realizar, escribir desde una perspectiva amable y comprensiva sobre lo que estás viviendo", dice.

Así mismo, dedicar unos minutos al día a observar tus pensamientos y emociones sin juzgarlos, respirar profundamente y permitirse sentir lo que estás sintiendo.

Para la experta es importante permitirse fallar: “Recuerda que cometer errores es parte del ser humano. Cuando algo salga mal, en lugar de castigarte o decirte palabras desagradables, reconoce lo que puedes aprender y sigue adelante”, apunta.

Cultivar la autocompasión no significa ignorar nuestras responsabilidades o justificar nuestras acciones negativas, sino aprender a tratarnos con comprensión mientras crecemos y enfrentamos los desafíos de la vida.

Adoptar esta actitud no solo mejora nuestro bienestar psicoemocional, sino que también nos ayuda a construir una relación más saludable con nosotros mismos y con quienes nos rodean