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¿Qué es el líquido amniótico y cuál es su función durante el embarazo?
Su volumen y composición varían a lo largo de la gestación.
El líquido amniótico es un elemento esencial para el desarrollo adecuado del bebé durante la gestación. Se encuentra en el saco amniótico y cumple funciones vitales que garantizan el crecimiento y bienestar del feto.
Según el especialista en ginecología y obstetricia Dr. Javier Cantarero, "el líquido amniótico es un fluido que se va formando inmediatamente después de la implantación del óvulo fecundado. Es un líquido que proviene inicialmente de la sangre materna".
De acuerdo con el médico, "es un líquido claro, acuoso, compuesto por proteínas, carbohidratos, nutrientes y electrolitos que darán al feto un soporte".
Durante el primer trimestre, su función principal es la protección del embrión contra cualquier trauma externo. Sin embargo, a partir del segundo trimestre se forma a través de la orina del bebé, ya que para ese tiempo el feto tiene formados sus riñones, lo que le va adicionando ciertas características al líquido.
El bebé interactúa constantemente con este al tragarlo durante todo el embarazo, al igual que su orina. Esta actividad es fundamental para el desarrollo de los órganos internos.
"Ya en el segundo trimestre, además de proteger, se le adiciona otra función y es la de desarrollar los órganos del sistema digestivo, respiratorio y uro excretor", afirma Cantarero".
Otra función clave es su relación con la respiración del bebé, ya que este respira a través del cordón umbilical de la madre, mientras tanto desde la nariz hasta los pulmones está cubierto de este fluido. Ellos tragan por la boca líquida, pero la función respiratoria se activa hasta que nacen, explica el especialista.
¿Cuál es la cantidad adecuada?
El volumen del líquido amniótico varía según la etapa del embarazo. En el primer trimestre, es insignificante, alrededor de 25 a 30 cc, y va aumentando de manera progresiva.
A partir de las 16-18 semanas ya son alrededor de 250 cc, a las 20 semanas hay aproximadamente medio litro y entre las 32-34 semanas se alcanza el pico máximo, llegando hasta 800 a 1,000 cc, es decir, un litro donde el bebé ya alcanza su máxima formación completa, resalta el médico.
El control del volumen y la calidad es fundamental para prevenir complicaciones durante el embarazo. Algunas de las alteraciones más comunes es el oligohidramnios, que se trata de una cantidad insuficiente, lo que puede estar asociado con problemas en la placenta, malformaciones fetales o ruptura prematura de membranas.
"En los casos cuando hay una disminución del líquido amniótico, como especialistas, recomendamos que la madre tenga una mejor hidratación para que forme una cantidad adecuada", sugiere Cantarero.
Por lo contrario, el polihidramnios ocurre cuando hay un exceso de líquido, lo cual puede indicar diabetes gestacional, malformaciones fetales o infecciones intrauterinas.