
Referencial
¿En qué consiste el síndrome de Marshall?
Esta es una enfermedad autoinflamatoria que afecta principalmente a los niños menores de 6 años, detalla especialista.
El Síndrome de Marshall, también conocido como FAPA por su acrónimo (Fiebre Periódica, Faringoamigdalitis, Aftas en la boca y Adenopatía), es una enfermedad autoinflamatoria que afecta principalmente a los niños menores de 6 años, detalla la Dra. Vanessa Girón, reumatóloga-pediatra.
Este síndrome fue descubierto en 1987 por el médico Marshall, y a pesar de su naturaleza rara, esta enfermedad se caracteriza por episodios recurrentes de fiebre, amigdalitis, aftas en la boca, ganglios inflamados y un malestar generalizado, explica la especialista.
Recalca que, a menudo, los médicos no logran identificar una causa viral o bacteriana clara, lo que genera un desafío en el diagnóstico.
"Por ejemplo si los padres han tenido o han presentado este tipo de manifestaciones en la infancia hay mucha probabilidad de que el niño lo vaya a tener también en su parte en su infancia, el otro aspecto que es muy importante obviamente es la parte inmunológica directa del niño, o sea no hay un solo gen incluso que me diga que este gen fue el que me ocasionó la enfermedad", dice.
¿Cómo se diagnostica el síndrome de Marshall?
Para determinar si un niño está padeciendo este síndrome se realizan una serie de estudios de laboratorio para descartar infecciones bacterianas o virales.
La fiebre recurrente, acompañada de síntomas como faringoamigdalitis (inflamación de la garganta y las amígdalas), y las aftas orales, son señales claves que los médicos observan. Sin embargo, el diagnóstico final depende de la evaluación clínica y el descarte de otras posibles afecciones.
De acuerdo a Girón, el origen de este síndrome radica en una desregulación del sistema inmunológico del niño, específicamente del sistema inmunológico innato con el que nacemos.
En lugar de atacar agentes externos, el sistema inmunológico se activa de forma inapropiada, lo que provoca una inflamación constante.
Aunque la genética juega un papel importante en el riesgo de padecer esta enfermedad, aún no se ha identificado un solo gen responsable, lo que hace que el síndrome sea aún más difícil de diagnosticar.
Tratamiento y manejo
El tratamiento del Síndrome de Marshall se enfoca en controlar y modular el sistema inmunológico del niño. Los medicamentos inmunomoduladores, como los glucocorticoides, son comúnmente utilizados.
En algunos casos, se considera la amigdalectomía (extracción de las amígdalas) si estas se agrandan considerablemente y afectan la respiración, pero esto no es una solución definitiva, ya que la enfermedad puede continuar presente.
La experta señala que es esencial que los niños con esta condición reciban una alimentación balanceada y un seguimiento médico adecuado para controlar los episodios recurrentes de fiebre e inflamación.
Girón enfatizó la importancia de la vigilancia y la comunicación continua con los médicos, así como evitar el uso innecesario de antibióticos. Además, los padres deben estar atentos a los síntomas recurrentes y consultar con su pediatra si sospechan que su hijo podría estar padeciendo el Síndrome de Marshall.
Para finalizar, la especialista señala que es fundamental que los padres estén informados y mantengan un enfoque vigilante ante cualquier signo de fiebre recurrente y otros síntomas mencionados.