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¿Cómo afecta realmente el colesterol al cuerpo?

Su acumulación en las arterias representa un riesgo significativo para el corazón y otros órganos, afirma experto.


El colesterol es un componente esencial del cuerpo humano, ya que participa en la formación de hormonas y nuevas células, sin embargo, cuando sus niveles sobrepasan los valores normales, puede convertirse en un problema de salud significativo, explica el Dr. Ángel Morales, cardiólogo,

“El exceso de colesterol en la sangre puede provocar la acumulación de placas de grasa en las arterias del corazón, reduciendo progresivamente su luz y dificultando el flujo sanguíneo”, menciona.

Esta situación es más frecuente en pacientes mayores de 40 años y en personas con enfermedades crónicas.

Morales advierte “que el problema se vuelve sintomático cuando la obstrucción arterial alcanza entre el 50 y el 70% de la luz de las arterias”.

En este punto, los pacientes pueden experimentar molestias o una sensación de opresión en el pecho. Además, el dolor puede manifestarse de manera referida, es decir, en otras áreas como el cuello, la mandíbula o el brazo.

Factores de riesgo y consecuencias

El especialista también señala que, debido a la acumulación de placas de grasa, puede ocurrir la ruptura de estas ante episodios de estrés emocional intenso, lo que genera la formación de coágulos que obstruyen el flujo sanguíneo.

Esto puede derivar en un infarto, una de las principales complicaciones asociadas al hipercolesterolemia.

Para evaluar el riesgo cardiovascular, los valores de colesterol LDL son fundamentales. Según el cardiólogo, en personas sin enfermedades crónicas, este nivel debe mantenerse por debajo de 130 mg/dL. Sin embargo, en pacientes con patologías crónicas, se recomienda que sea menor a 100 mg/dL.

Para quienes han sufrido un infarto, los niveles óptimos deben ser aún más bajos, entre 70 y 50 mg/dL.

Una condición sistémica

El problema del colesterol alto no se limita al corazón. El galeno enfatiza que, “cuando existen obstrucciones significativas en las arterias del corazón, es muy probable que también estén presentes en el cerebro y otros órganos”.

Esta condición incrementa el riesgo de sufrir derrames cerebrales, entre otras complicaciones. Por tanto, mantener un control adecuado del colesterol mediante una alimentación balanceada, actividad física regular y, en algunos casos, tratamiento médico, es clave para reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y mejorar la calidad de vida.