
Referencia
Más de 13,000 nicaragüenses padecen enfermedades tiroideas, según el Minsa
A nivel mundial, se estima que alrededor de 750 millones de personas la padecen.
Según el último informe del Mapa Nacional de la Salud del Ministerio de Salud (Minsa) de Nicaragua, en 2023 se registraron 13,019 casos de enfermedades tiroideas en el país.
La tiroides es una glándula con forma de mariposa ubicada en la parte frontal inferior del cuello, debajo de la laringe. Es esencial en la producción, liberación y almacenamiento de hormonas como la triyodotironina (T3) y la tiroxina (T4), que intervienen en múltiples funciones del organismo, incluyendo el metabolismo, el crecimiento y el desarrollo.
Las disfunciones tiroideas pueden manifestarse de diversas formas, siendo las más comunes el hipotiroidismo y el hipertiroidismo. El hipotiroidismo ocurre cuando la glándula no produce suficientes hormonas tiroideas, lo que puede provocar síntomas como fatiga, aumento de peso, piel seca y sensibilidad al frío. Por otro lado, el hipertiroidismo se caracteriza por una producción excesiva de hormonas tiroideas, llevando a síntomas como pérdida de peso, nerviosismo, irritabilidad y palpitaciones.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que alrededor de 750 millones de personas padecen algún trastorno tiroideo, y aproximadamente el 60% de ellas lo desconocen. Esta falta de diagnóstico se atribuye a que los síntomas suelen ser inespecíficos y pueden confundirse con otras afecciones, retrasando la consulta médica.
La detección temprana y el tratamiento adecuado de las enfermedades tiroideas son fundamentales para prevenir complicaciones y mejorar la calidad de vida de los pacientes. Se recomienda a la población estar atenta a posibles síntomas y acudir a controles médicos regulares para evaluar la función tiroidea, especialmente en grupos de riesgo como mujeres de mediana edad y personas con antecedentes familiares de trastornos tiroideos.
Además, es importante destacar que ciertas vitaminas y minerales, como el yodo, el selenio y la vitamina B12, juegan un papel crucial en el funcionamiento saludable de la glándula tiroides. Sin embargo, antes de iniciar cualquier suplementación, es esencial consultar a un profesional de la salud para evitar posibles interacciones o efectos adversos.