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Casos de malaria disminuyeron en 2024 en comparación a 2023, según el Minsa
El uso indiscriminado de medicamentos puede acelerar las mutaciones, dice especialista.
Aunque en varias regiones del mundo la malaria ha mostrado signos de resistencia a los tratamientos tradicionales, en Nicaragua los medicamentos continúan siendo eficaces, según confirman las autoridades sanitarias y médicos especialistas.
Datos del Ministerio de Salud (Minsa) revelan que, durante 2024, se reportaron 590 casos de malaria por Plasmodium falciparum y 4,423 por Plasmodium vivax, ambos sin fallecimientos, lo que representa una disminución significativa en comparación con 2023, cuando se contabilizaron 1,199 y 5,570 casos, respectivamente.
A pesar de esta tendencia positiva, el doctor Jorge Manzanares, médico general, advirtió que el parásito causante de esta enfermedad tiene la capacidad de mutar con el tiempo, lo que podría convertirlo en resistente a los medicamentos, como ha ocurrido en otras partes del mundo.
“Aquí en Nicaragua todavía hacen efecto los tratamientos. Sin embargo, el riesgo de mutación está latente. El parásito cambia para adaptarse y resistir los medicamentos. Por eso es clave prevenir su propagación”, explicó Manzanares.
Síntomas principales
El experto detalló que en Nicaragua los casos de Plasmodium vivax, el tipo más común en el Pacífico, suelen presentar síntomas más leves. En cambio, el Plasmodium falciparum, más frecuente en la Costa Caribe y zonas fronterizas con Honduras, es más agresivo y peligroso.
“El falciparum puede causar daños graves en órganos como el hígado, los riñones y hasta en el cerebro. Puede ser letal si no se trata a tiempo”, enfatizó el médico.
Manzanares explicó que el uso prolongado e indiscriminado de medicamentos puede acelerar las mutaciones en los parásitos. Por eso, además del desarrollo de nuevos fármacos, se insiste en la prevención como herramienta principal.
“Las campañas de limpieza, fumigación y abatización son fundamentales. Si eliminamos criaderos de zancudos, reducimos el número de vectores y con eso disminuimos la transmisión”, subrayó.
En este sentido, el especialista recordó que la malaria es una enfermedad transmitida por el mosquito Anopheles, que se reproduce en aguas estancadas. Por eso, hizo un llamado a la población a colaborar con las campañas de prevención.
“Cada bolsa de basura en la calle, cada cauce obstruido, puede convertirse en un criadero de mosquitos. La limpieza es vital para cortar el ciclo de transmisión”, indicó.
Finalmente, el doctor Manzanares advirtió sobre el uso irresponsable de antibióticos, que también genera resistencias, especialmente cuando se utilizan para tratar enfermedades virales como la gripe, donde no tienen ningún efecto.
“Muchas personas se automedican. Esto genera resistencia bacteriana. La gente toma antibióticos para todo, incluso cuando no los necesita”, concluyó.
En tanto, el país enfrenta un aumento en los casos de dengue, con 11,336 casos confirmados en lo que va del año, 1,200 más que en 2023.
Esta situación demuestra la importancia del control de vectores, no solo para contener la malaria, sino también otras enfermedades transmitidas por mosquitos, como el dengue y el chikungunya.