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Cómo la Inteligencia Artificial está transformando las industrias

Se ha consolidado como una herramienta poderosa para la creación de contenido visual.


La inteligencia artificial (IA) se ha consolidado como una herramienta poderosa para la creación de contenido visual, permitiendo desde la generación de escenarios ficticios hasta la animación de imágenes estáticas.

Gracias a su versatilidad, ahora es posible simular una sesión fotográfica en la playa, animar una audiencia que aplaude en una conferencia o mostrar productos como si estuvieran siendo modelados por personas reales en escenarios específicos, todo sin necesidad de utilizar locaciones físicas ni contratar modelos.

Este avance tecnológico ha permitido a marcas y creadores de contenido digital innovar en la forma de promocionar productos y servicios. Desde fotografías hiperrealistas de platillos culinarios que nunca fueron cocinados, hasta prendas de vestir presentadas en modelos creados digitalmente, la IA ha multiplicado las posibilidades creativas en el ámbito del marketing y la comunicación visual.

Sin embargo, el especialista en marketing Jorge Ruiz, advierte que este crecimiento acelerado también implica desafíos. Uno de los principales riesgos es la saturación de contenido, especialmente cuando se abusa de ciertas tendencias visuales generadas por IA, como ha ocurrido recientemente con estilos gráficos virales que han invadido las redes sociales. Esta repetición constante puede provocar el efecto contrario al deseado: en lugar de atraer, aburre y aleja a la audiencia.

Otro de los desafíos señalados es la sobreexposición de la información personal. La recopilación de datos que ocurre cada vez que se aceptan cookies o se autoriza el acceso a una aplicación, sumada al uso de fotos personales en plataformas que entrenan modelos de reconocimiento facial, aumenta el riesgo de falsificación de identidades y pérdida de privacidad.

Además, se ha identificado una dependencia creciente de la IA en las tareas cotidianas, especialmente entre los jóvenes. El uso excesivo de estas herramientas para resolver actividades escolares y laborales puede limitar el desarrollo de habilidades cognitivas. Estudios recientes advierten que, al no ejercitar la mente con procesos como el análisis o la redacción propia, existe el riesgo de una disminución en la capacidad intelectual con el tiempo.

A pesar de estos desafíos, la inteligencia artificial continúa siendo una tecnología con un enorme potencial. Su efectividad depende del uso que se le dé y principalmente de la capacidad humana para adaptarse, innovar y regular su aplicación. El reto está en aprender a utilizar estas herramientas con responsabilidad, creatividad y sentido crítico, evitando caer en la dependencia o el uso indiscriminado.