Los negocios en la era de la tecnología
La tecnología es sencillamente todo aquello que estimule o favorezca el desarrollo y la progresión de la raza humana. La innovación es una característica clave en la tecnología debido a que la evolución se lleva a cabo cuando nuevas cosas son descubiertas.
En nuestra era, el mundo de los negocios no se puede concebir sin el uso de todas las herramientas que nos proporciona la tecnología, las que no sólo son una necesidad, sino que hasta se han transformado en un estilo de vida que moldea las relaciones personales, financieras y laborales.
El mundo en que vivimos depende tanto de las tecnologías, que por ejemplo, si nos imaginamos un día sin internet, pensamos inmediatamente en el caos de enormes proporciones que experimentaríamos. Sería como vivir un día sin luz, sin sonido, sin movimiento. Las pérdidas financieras tendrían tanto impacto como si de un terremoto mundial se tratara.
La tecnología es sencillamente todo aquello que estimule o favorezca el desarrollo y la progresión de la raza humana. La innovación es una característica clave en la tecnología debido a que la evolución se lleva a cabo cuando nuevas cosas son descubiertas.
¿Las Tecnologías son una distracción?
Por todo lo anterior, hay premisas de algunos teóricos con las que no se puede estar de acuerdo, como por ejemplo:
“Las tecnologías son una distracción, están diseñadas para eso”, Nicholas Carr, autor del libro Superficiales.
En lo personal, estoy en desacuerdo con esta afirmación de Nicholas Carr, porque las tecnologías dejan tantos beneficios a las empresas en muchos aspectos, que en el actual sistema de hacer negocios es indispensable el uso y aplicación de todas las plataformas existentes.
A nadie se le ocurre suprimir tan sólo una herramienta que nos proporciona la tecnología porque eso sería como abonar su propio fracaso. Al contrario, en los negocios es permanente la innovación, la evolución o el cambio de mecanismos más sofisticados.
Carr dice erróneamente que son una distracción, cuando en la práctica es una necesidad en el mundo de los negocios, empezando por el uso de dispositivos móviles, sistemas computarizados y redes sociales.
En las relaciones entre las empresas con sus clientes, el uso de los teléfonos celulares es tan necesario no sólo para ahorrar tiempo, sino para ganar dinero inmediato.
Por ejemplo, para un banco, ahora están los servicios de pagos o transferencias en línea, con transacciones rápidas y seguras. Asimismo, para otros sectores comerciales, están las compras en línea que les ahorra personal y les hace ganar dinero las 24 horas del día.
Quizá la afirmación de Carr, está reducida al uso de las redes sociales, que para muchos es una distracción o pérdida de tiempo, pero para otros se ha convertido en una fuente de ingresos.
Por ejemplo, actualmente en las redes sociales, hay una feroz competencia de mercadeo entre grandes y pequeñas empresas que destinan parte de su presupuesto de publicidad en las distintas plataformas. Para ello contratan los servicios de artistas o personalidades que gozan de popularidad para que les anuncien sus productos o les presenten sus servicios en cuentas de facebook, twitter o canales de youtube.
Con el tiempo puede cambiar hasta la forma de escribir
Con lo que si estoy de acuerdo con Nicholas Carr, es que afirma que “con el tiempo pueda cambiar hasta la forma de escribir, es decir, las futuras generaciones no escribirán con lápiz y papel sino a través de dispositivos móviles y computadoras”.
Ese sistema de funcionamiento ya lo aplica nuestra generación. Ya no se usan libretas de apuntes, ni guías telefónicos, ni mapas en papel. Todo lo andamos en los teléfonos celulares, tabletas o computadoras. Estos sí puede tener efectos negativos como por ejemplo, todo lo andamos –direcciones, contactos telefónicos, retratos, agenda y hasta documentos de gran interés- en nuestros dispositivos móviles, los que corremos el riesgos de perder, ya sea por robo o porque el sistema de estos aparatos se dañó. Ahí perdemos los días de trabajo que invertimos en la acumulación de estos datos o información, que en su mayoría sólo tienen interés personal.
Pero también, en este aspecto un sector de negocio ha tenido que tomar medidas de innovación. Ese sector es el de las publicaciones de periódicos y revistas. Miles han perdido la batalla al desaparecer, otros se mantienen en la pelea entre dificultades manteniendo sus publicaciones en la web, porque la gente dejó de comprar periódicos, revistas y libros, por leer en sus dispositivos móviles.
Un ejemplo mundial de lo anterior, es la revista de entretenimiento de adultos PlayBoy, que después de convertir en multimillorio a su fundador Hugh Hefner, para sobrevivir como medio de interés, en los últimos tiempos se vio obligado a reinventarse porque toda la pornografía que llegó a presentar en sus páginas, ahora se consigue de forma gratuita a través del internet.
Ahora la sociedad está más conectada, pero lee menos. Está más informada, pero sin profundizar. La lectura larga, los reportajes o trabajos de investigación están siendo desechados, por la noticia inmediata o la información que llega como relámpago.
El internet está afectando nuestras relaciones interpersonales
Hay otra premisa de Carr que da para el debate:
“El internet está afectando negativamente nuestras relaciones interpersonales. Tener más herramientas es algo positivo. Pero las conversaciones se están volviendo más superficiales”, dice Nicholas Carr.
Es evidente que atravesamos la peor etapa en cuanto a las relaciones interpersonales, pasando por el hogar y culminando en los centros de trabajo. Vivimos en la época de los autómatas. Es como si nos hubieran programado para reír o sufrir sólo manipulando los aparatos móviles.
Y la verdad, esto parece no tener solución.
Todo empieza en el hogar. Los padres, con el ajetreo del trabajo o víctimas de la era del agotamiento o del stress laboral, dejan a sus hijos por largas horas maniobrando los aparatos –computadoras, móviles y tabletas- y el resultado ha sido una juventud con la formación de máquina, sin aprecio por las bondades de una adecuada comunicación interpersonal.
Esta es la era de los “maleducados”, de los que no saludan al entrar y tampoco se despiden al irse, de los amores cibernéticos, de los que lloran y ríen con emojis y emoticones, de los que hacen cualquier cosa –desnudos incluidos- por un “like” en las redes sociales, de las visitas sin conversaciones porque sus miradas apuntan al aparato celular.
¿Pero qué tiene que ver todo esto con los negocios?.. Mucho. Recordemos que somos o estaremos gobernados por la Generación Y, también conocida como la generación milenial. La generación que tuvo su origen en los años 80s, que se adaptó fácil y rápidamente a todos los cambios que el mundo ha experimentado en las últimas tres décadas.
Esta generación no le gusta perder tiempo. Va directo. Al grano. Sin matices. Y con ellos el negocio tiene que funcionar al instante, tan rápido como chasquer los dedos. Por eso, el mundo empresarial y financiero tiene que ajustarse a este modelo o modo de vida, si quiere sobrevivir.
El mundo de los negocios para lograr un impacto poderoso tienen que entender esta manera de llevar la vida y para ello las nuevas tendencias de la tecnología son indispensable. Aquí entran en juego las redes sociales que se ha convertido es el medio de información o de relacionarse de la generación antes descrita.
¿Cuál es el valor de un Like?
En este panorama, tenemos esta afirmación:
Michael Luca, profesor en Harvard Business, dice:
¿Cuál es el valor de un like? Esta investigación realizada con vendedores de empresas estadounidense refleja que aunque los dueños de las mismas, pagan cantidades de dinero en publicidad a Facebook, esto no siempre es efectiva en las ventas de los productos. Es decir, el hecho de que los usuarios le den un like a las publicaciones, no es un indicador de ventas.
No hay una respuesta estándar del impacto de las marcas en los medios sociales o del resultado de su publicidad, esencialmente porque no hay una duda estándar, sólo un flujo constante de personajes que han mantenido este tema en vivo.
Hay mucha razón en esta afirmación. Las empresas grandes o pequeñas necesitan algo más que su presencia en las redes sociales para incrementar sus ingresos o para lograr un empoderamiento de su marca hacia un sector determinado.
No es suficiente anunciar sus productos. Es necesario poner en práctica una dinámica de ventas incluyente, donde el cliente tome como propio, todo aquello que le queremos vender, con imágenes y sonidos adecuados, dirigidos por profesionales del marketing.
Las empresas, pagan por un like, pero desconocen donde viven esas personas que los han localizado a través del facebook. No saben si es a quienes buscan, si es su target. Sólo pagan y ya está.
En Nicaragua, muchas páginas de facebook de empresas, presumen tener 100 mil, 200 mil y hasta 300 mil seguidores, pero ignoran si facebook les colocó ese “Me Gusta” en China por ejemplo. Por eso, aquí, esas empresas cuando lanzan una campaña, alcanzan unas cuantas decenas de “like” porque la comunidad que creen tener está limitada y no es tan amplia como su estadística indica.
Los usuarios de redes sociales son generadores de contenido y muchas veces, las marcas por buscar el like, pierden la interacción con ellos. Ni se molestan en ver completo el video de la publicidad, simplemente le dan me gusta. Quienes realmente comentan y comparten las publicaciones son los clientes fieles. Por ello, es necesario crear contenidos de valor, tocando el lado humano. Los usuarios de redes sociales, cada vez se vuelven más exigentes.
Margin Pozo es Maestrante en Comunicación Estratégica